Un nuevo testimonio podría cambiar el rumbo de la investigación del accidente en el que fallecieron Diogo Jota y su hermano. Se trata de Miguel R.G., un conductor que presenció el siniestro y que, además, lo grabó con su móvil desde la autovía A‑52, en la provincia de Zamora.
Contrario a las versiones preliminares que apuntaban a un posible exceso de velocidad, Miguel aseguró: “Iban a la misma velocidad que nosotros. No estaban corriendo. De pronto, el coche empezó a dar vueltas y salió disparado. Creemos que fue una rueda que explotó”.
El testigo agregó que, junto a otros conductores, se detuvo inmediatamente e intentaron ayudar, pero el fuego consumió el Lamborghini en cuestión de segundos. “No pudimos hacer nada, las llamas eran ya incontrolables”, declaró al medio.
Este nuevo relato pone en duda la teoría inicial que señalaba el exceso de velocidad como factor principal. Además, refuerza la hipótesis de una posible falla mecánica, específicamente el estallido de un neumático trasero, como causa directa del accidente.
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