Las autoridades mexicanas han interceptado a 73 indocumentados centroamericanos que eran trasladados "en condiciones inhumanas" por traficantes de personas en el estado de Chiapas, sur de México, informó la Secretaría de Gobernación (Interior).
Al parecer, los "sin papeles" habían pagado "entre 1.000 y 4.000 dólares" a sus captores para que les llevaran a Estados Unidos, destino final de su travesía.
Las autoridades de Chiapas y del Instituto Nacional de Migración (INM) lanzaron un operativo en Ocosingo la madrugada de hoy a la altura del poblado de Nuevo Altamirano y detuvieron a una persona, Marco Antonio Pérez Ortiz, de 31 años, que trasladaba a 15 guatemaltecos indocumentados.
Todos traían consigo documentos apócrifos con los que quienes los ayudaban a cruzar México pretendían hacerles pasar por ciudadanos de este país.
Los inmigrantes explicaron que esa documentación apócrifa la adquirieron a quien los trasladaba, que les iba a llevar hasta el municipio de Motozintla.
Por otra parte, ayer, y también en Ocosingo, las autoridades hallaron a 43 hondureños, 13 salvadoreños, un guatemalteco y un nicaragüense "que eran trasladados a bordo de cuatro vehículos en condiciones que ponían en riesgo su vida", indica el mismo comunicado.
En la acción, tres presuntos traficantes de personas fueron detenidos por ser supuestamente los encargados del traslado de los migrantes.
Los detenidos han quedado a disposición de las autoridades para su posible procesamiento, mientras que los indocumentados recibieron "atención integral, médica, psicológica y victimológica por parte de la Dirección de Atención a Víctimas, en estricto apego al Protocolo de Atención a las Víctimas y Testigos de la Trata de Personas" antes de su probable repatriación, agrega el comunicado.
Las acciones suceden cuando cada año decenas de miles de centroamericanos cruzan México para tratar de entrar sin sus papeles en regla a EE.UU. en busca de mejores condiciones de vida que las de sus países de origen.
Durante su trayecto, los inmigrantes se exponen a abusos por parte de funcionarios públicos y policías, así como a secuestros y extorsiones por parte de miembros del crimen organizado, que se aprovechan de la vulnerabilidad de los inmigrantes durante su periplo. /EFE