BBC Mundo
Ganó el "No". Escocia no será un país independiente porque así lo quiso la mayoría. Pero algo está claro. El Reino Unido cambiará para siempre tras un verdadero terremoto político. Y los cambios serán profundos.
Los principales partidos británicos prometieron a Escocia mayores poderes, recursos y un proceso de transición "ultrarrápido" que reverberará no sólo en otras partes del territorio británico, como Inglaterra o Gales, sino en toda Europa.
Además, los políticos tendrán que lidiar con el 46% de los escoceses que votó por el "Sí", poco más de 1.176.000 de personas que este viernes se despiertan con la derrota.
BBC Mundo explica qué sucederá ahora tras la victoria del "No" en el referendo por la independencia de Escocia.
Más poderes
Los líderes de los principales partidos británicos, David Cameron, Ed Miliband y Nick Clegg, publicaron esta semana en un diario escocés una promesa conjunta que ahora, desde Escocia, se espera que se cumpla.
Este viernes, en una declaración tras conocerse la victoria del No, el primer ministro británico, David Cameron, aseguró que esta promesa se concretará.
"Los hemos escuchado", dijo en referencia a los votantes por la independencia.
Cameron aseguró que Londres dará nuevos poderes a Escocia y que en los próximos meses se avanzará en su implementación en las áreas de impuestos, gastos y bienestar social.
El primer ministro también habló de la necesidad de que los parlamentos de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte, puedan votar por sus propios asuntos, independientemente, en esas áreas.
Durante la campaña del referendo, Cameron había prometido para Escocia mantener la llamada fórmula de distribución Barnett, un polémico sistema de distribución de gasto público diseñado por el exministro de Economía Joel Barnett, en los años 70.
Básicamente, la fórmula asegura que Escocia -con su menor población- reciba suficientes recursos para el funcionamiento de sus servicios públicos y concede fondos per cápita 19% superiores a Inglaterra.
Salud, la manzana de la discordia
La devolución de nuevos poderes a Escocia, referida en la prensa como "devo max", afecta a una institución en el corazón del debate, el Servicio Nacional de Salud británico o NHS.
En la carta firmada por Cameron, Miliband y Clegg durante la campaña incluía una promesa categórica de que la última palabra sobre el dinero que se gaste en el Servicio de Salud en Escocia será del Parlamento escocés.
El compromiso -que Cameron se comprometió este viernes a respetar- es una respuesta directa a las críticas de Alex Salmond, ministro principal de Escocia, quien asegura que la independencia es la única forma de proteger los servicios de salud de los recortes impuestos desde Londres.
La victoria de Alex Salmond
Aunque pueda parecer una paradoja, pese a haber perdido el referendo, muchos analistas consideran que Alex Salmond -el líder del Partido Nacional de Escocia y principal impulsor de la consulta- salió victorioso de la contienda electoral.
Perdió, pero también ganó: Escocia obtendrá de una u otra forma más poderes, su principal objetivo desde hace años, y el movimiento nacionalista estará más fortalecido que nunca.
Mantener el que hasta ahora fue el estatus quo en las relaciones entre Escocia y Londres es impensable.
Los jóvenes y el futuro
Muchos analistas aseguran que la política británica cambió en forma irrevocable tras un referendo en cuya campaña se vieron escenas que pocos imaginaban: adolescentes de ambos bandos comprometidos con sus campañas que "crecieron" políticamente en pocas semanas y votantes que durante años ignoraron la política y ahora se han registrado en masa.
La asistencia a las urnas fue de un 84,42%, un nivel muy por encima de las últimas citas electorales en Reino Unido.
En las últimas elecciones generales, celebradas en 2010, la participación rondó el 65%.
El referendo por la independencia de Escocia fue la primera ocasión en la que pudieron votar adolescentes a partir de los 16 años.
Ahora, algunos se preguntan si no debería suceder lo mismo en las elecciones generales previstas para 2015.
¿Y nosotros?
Las promesas a Escocia ya levantaron reacciones críticas en otras regiones británicas.
Tras el triunfo del No, el principal tema en Reino Unido será la llamada "devolución de poderes".
Se trata de darles a Escocia y a las otras tres naciones que conforman el país -Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte- más autonomía en la toma de decisiones y en el manejo de sus economías en materia de gasto público e impuestos.
Pero este debate no es nuevo.
Durante la campaña para el referendo, Christopher Chope, parlamentario conservador que representa al distrito de Christchurch, en el sur de Inglaterra, dijo que "si Escocia obtiene más poderes y recursos entonces es justo exigir que los parlamentarios escoceses no puedan votar en asuntos que afecten sólo a Inglaterra".
Actualmente los más de 50 parlamentarios escoceses en el Parlamento en Londres votan sobre asuntos de la Unión y muchos apoyaron, por ejemplo, el polémico aumento del costo de las matrículas en las universidades, una medida que sólo se aplica en Inglaterra y no en Escocia.
"Los votantes que represento me dicen, si los escoceses tendrán ‘devo max’, con recursos que pagamos todos, entonces es justo que sólo los ingleses voten sobre asuntos ingleses", dijo Chope.
John Redwood, parlamentario de Wokingham, Inglaterra, dijo por su parte: "Si algo es justo para Escocia, entonces también debe ofrecerse a las regiones en Inglaterra. No podemos aceptar que un parlamentario escocés vote sobre los impuestos en Inglaterra".
Voces similares se han escuchado en otras naciones del Reino Unido, como Gales e Irlanda del Norte.
En este sentido, en su discurso de este viernes, David Cameron habló de la necesidad de que los parlamentos de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte puedan votar por sus propios asuntos, independientemente, en ámbitos como la política fiscal.
En el resto de Europa
Aún con la victoria del "No", las "devoluciones de poderes" para Escocia pueden -según los analistas- llevar a otras regiones europeas a pedir más autonomía.
Desde Cataluña, el gobierno regional -que está impulsando una consulta soberanista- se ha referido al referendo escocés como un modelo a seguir.
Una vía que ha sido rechazada por Madrid en reiteradas ocasiones.
Este viernes, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, felicitó a los escoceses por la victoria del no y por haber "evitado las graves consecuencias" que podia haber acarreado la independencia.
Por otro lado, a de la Unión Europea, los planes de austeridad por la crisis intensificaron los conflictos entre regiones pobres y regiones más ricas.
En algunos casos, los movimientos secesionistas ven en la independencia y la integración a la Unión Europea una forma de escapar a los dictados de gobiernos centrales.
Pero algunos advierten del riesgo de la multiplicación de estados independientes que aspiren a sumarse a la Unión Europea.
"La multiplicación de nuevos países podría forzar a la Unión Europea a cambiar la forma en que los estados están representados", dijo a la agencia EFE Nicolas Levrat, del Instituto de Estudios Globales de la Universidad de Ginebra.
"Lo que comenzó con seis países más o menos funciona para 28, pero definitivamente no funcionará para 100″, concluyó.
2014-09-19