El cantante canadiense Justin Bieber vuelve a poner a prueba la paciencia de sus fans, esta vez en un concierto en Dortmund, Alemania, al que acudió con más de dos horas y media de retraso.
Los seguidores que acudieron el viernes por la tarde al concierto de Justin Bieber tuvieron que ver cómo las manecillas de reloj giraban sin que su querida estrella apareciera sobre el escenario.
Hacia las 22:00 de la noche comenzaron a llegar los primeros padres para recoger a sus hijos, lo que desató la preocupación de los menores de 16 años que empezaron a temer tener que irse de la sala de conciertos sin poder ver a su ídolo. Los organizadores devolvieron el dinero a todos los que abandonaron el lugar.
"Son las 21:45 y este niño mimado de Canadá sigue sin aparecer en el escenario. No hay información en el pabellón. Los primeros se van ya. Con unas entradas de hasta 160 euros, esto es un escándalo", escribía uno de los asistentes en Internet.
Su gira mundial "Believe" sigue acaparando así titulares, no sólo por la pasión de sus fans incondicionales, sino por el comportamiento de la joven estrella con un mono como mascota en un vuelo. En Londres, donde acabó en el hospital tras un accidentaod concierto, también fue noticia por agredir a un fotógrafo. Aemás, una de las discotecas más grandes de Viena le haya prohibido volver a entrar en el establecimiento, acusado de rodearse de un séquito violento. /DPA