Las autoridades de salud de Nueva York han emitido una alerta tras la reciente aparición de varios casos de la enfermedad del legionario, una infección pulmonar grave causada por la bacteria Legionella pneumophila.
Esta enfermedad se transmite al inhalar pequeñas gotas de agua contaminada, generalmente en sistemas de agua mal mantenidos como torres de enfriamiento, duchas, jacuzzis o fuentes decorativas.
¿Cuáles son las personas más propensas al contagio?
Aunque no se transmite de persona a persona, la infección puede causar síntomas similares a una neumonía y, si no se detecta a tiempo, poner en riesgo la vida del paciente, especialmente si pertenece a grupos vulnerables como adultos mayores, personas con enfermedades crónicas o sistemas inmunológicos debilitados.
¿Cuáles son los síntomas?
Los signos más comunes de la enfermedad del legionario aparecen entre 2 y 10 días después de la exposición a la bacteria. Incluyen:
- Fiebre alta
- Escalofríos
- Tos persistente (con o sin flema)
- Dificultad para respirar
- Dolor muscular
- Fatiga
- Dolor de cabeza
- Pérdida del apetito
Algunas personas también pueden experimentar náuseas, vómitos o diarrea.
¿Dónde se atienden actualmente los casos en Nueva York?
Los pacientes diagnosticados están siendo tratados en varios centros médicos del estado. Los hospitales con unidades especializadas en enfermedades infecciosas y respiratorias, como el NYC Health + Hospitals/Bellevue, el Mount Sinai Hospital, el NewYork-Presbyterian, y el Montefiore Medical Center en el Bronx, han recibido casos y activado protocolos de atención intensiva, de acuerdo con el medio digital La Nación.
El Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York está realizando inspecciones en edificios y sistemas de agua para identificar la fuente del brote. Asimismo, ha instado a los administradores de propiedades a cumplir con los protocolos de limpieza y desinfección de los sistemas de agua.
¿Qué recomendaciones da el Departamento de Salud?
Las autoridades recomiendan buscar atención médica inmediata si se presentan síntomas, sobre todo si se ha estado recientemente en lugares públicos con sistemas de agua. También se exhorta a los responsables de edificios a mantener sus sistemas en óptimas condiciones.
La enfermedad del legionario, aunque poco común, es tratable si se detecta a tiempo. La vigilancia comunitaria y el mantenimiento adecuado de instalaciones siguen siendo clave para frenar la propagación.
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