Erik y Lyle Menéndez están a la espera de que el fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, anuncie si les mantendrán la condena por asesinar a su padres o los liberarán.
Ante esto, los compañeros de celda de los hermanos están haciendo fila para quedarse con las pertenencias que tienen estos dentro de la cárcel, de acuerdo con una fuente del Centro Correccional Richard J. Donovan, que le reveló la información a TMZ.
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“Nos dicen que todo, desde prendas de vestir hasta sus televisores, está disponible en este momento, a pesar de que eso está prohibido en prisión”, indicó el portal.
Agregó que también les afirmaron que “los hermanos han estado inusualmente callados y reservados esta semana. Es obvio que han estado ‘nerviosos’ por lo que vendrá de la oficina del fiscal, afirma nuestra fuente... ya que su destino está en manos de Gascón”.
Gascón celebró una conferencia de prensa a principios de octubre, donde confirmó que su oficina está revisando nueva evidencia en el caso, lo que podría resultar en una nueva sentencia o un nuevo juicio, teniendo la posibilidad de salir libre después de pasar casi 35 años tras las rejas.
Los hermanos Menéndez están cumpliendo cadena perpetua por matar a sus padres en Beverly Hills hace más de tres décadas, aunque una serie de televisión y documentales recientes han señalado que el padre de los niños posiblemente fue abusador sexual, un posible factor atenuante que no se consideró en el juicio.
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