En Estados Unidos, la Navidad para millones de familias hispanas, especialmente de origen cubano y dominicano, no se anuncia con nieve, sino con el aroma penetrante del mojo y el carbón.
El lechón asado es mucho más que un plato; es el tejido social que une a las comunidades en el exilio, convirtiendo los patios de Miami, Nueva Jersey o Nueva York en extensiones del Caribe.
Esta tradición, que sobrevive al frío del norte, celebra una historia que comenzó hace más de 500 años.
De Colón a las mesas de la diáspora
El origen de este festín se remonta a 1493, cuando Cristóbal Colón introdujo los primeros ocho cerdos en La Española (República Dominicana y Haití).
Estos animales, identificados como cochinos negros canarios, se multiplicaron con tal rapidez por las Antillas que pronto superaron en número y resistencia a las ovejas españolas.
En Cuba, durante los siglos XVI y XVII, la falta de cordero obligó a los colonos a sustituirlo por el lechón en sus celebraciones más sagradas.
Para el siglo XIX, la técnica de asar el cerdo entero en una vara o espiedo sobre carbón vegetal se consolidó como el rito indiscutible de la Nochebuena, una herencia que los inmigrantes llevaron consigo a EE. UU. como su tesoro cultural más preciado.
La receta: cómo preparar un auténtico lechón asado
Para deleitar a una familia de diez personas, el secreto reside en el marinado y la paciencia. Aquí te compartimos la fórmula clásica:
Ingredientes esenciales:
-
1 lechón (10-12 libras) preparado para asar.
-
4 dientes de ajo triturados y 1 cebolla picada.
-
Jugo de naranja agria (o lima).
-
¼ de taza de aceite de oliva o mantequilla derretida.
-
Especias: Sal, pimienta, ½ cucharadita de clavos molidos y hierbas mixtas (laurel, tomillo, perejil).
El paso a paso:
-
Preparación: Lava el lechón con agua fría y sécalo perfectamente. Salpimienta generosamente por dentro y por fuera.
-
El Relleno: Introduce la cebolla picada en la cavidad y cierra la abertura con hilo de cocina o pinchos. Un truco clásico: coloca una bola de papel aluminio en la boca del cerdo para que permanezca abierta durante la cocción.
-
El Adobo: Frota toda la piel con la mezcla de ajo, hierbas y clavos. Barniza con el aceite o la mantequilla para lograr una piel crujiente.
-
El Horno: Cúbrelo con papel aluminio y llévalo al horno a 160°C (325°F) durante tres horas.
-
El Toque Final: Retira el aluminio al final para que la piel dore. Al sacar, sustituye el papel de la boca por una manzana roja o una naranja. Deja reposar 15 minutos antes de trinchar.
Visita nuestras secciones: Servicios e Internacionales
Para mantenerte informado sigue nuestros canales en Telegram, WhatsApp y Youtube