El uso indebido del 911 en Estados Unidos no es un asunto menor: puede llevar a una multa de hasta $10,000, penas de prisión de hasta tres años y cargos adicionales si el reporte falso causa daño real.
Según el Código Penal 148.3 PC, fingir una emergencia no solo pone en riesgo recursos limitados, sino que, cuando está motivado por prejuicios raciales, puede considerarse un delito de odio o una violación de derechos civiles, reseña el portal Conexión Migrante.
Ese fue el caso en Georgia, donde una mujer fue captada en video simulando una llamada al 911 para reportar falsamente a una joven por hablar español en una tienda Goodwill.
En la grabación, se escucha a la mujer, identificada en redes sociales como Betty Jones, decir: “Hay un par de ilegales aquí que me están confrontando”. Todo, después de que la joven, Marina, hablara tranquilamente en español con otra persona.
“Aquí hablamos inglés”: la frase que desató el racismo
La situación se tornó tensa cuando Jones interrumpió a Marina para decirle: “En USA hablamos inglés”, antes de sacar su teléfono y fingir la llamada a emergencias.
Marina, que nació en Houston y es ciudadana estadounidense por cuarta generación, reaccionó con calma y respondió: “Lo más gracioso es que soy legal, soy norteamericana, y no hay ningún problema en hablar español”.
Marina grabó parte del incidente y lo publicó en redes, donde el video se volvió viral y desató una ola de indignación.
Víctimas pueden demandar
Usuarios denunciaron no solo el racismo del acto, sino también el uso irresponsable del número de emergencias.
Expertos legales recuerdan que las víctimas de estas acciones pueden presentar demandas por daño emocional, difamación y violación de derechos civiles.
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