Un huracán azota Estados Unidos. La temporada de estos fenómenos es un evento anual que trae consigo una serie de desafíos, uno de ellos es proteger nuestros bienes más preciados, como nuestros vehículos.
Ante la inminencia de estos fenómenos naturales, es fundamental contar con un plan de acción para salvaguardar nuestro automóvil y garantizar nuestra seguridad.
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Preparación Previa
Verifica que tu póliza incluya cobertura por inundaciones y daños causados por vientos fuertes. También asegúrate de que tu vehículo esté en óptimas condiciones.
Revise los neumáticos, los niveles de fluidos y realiza una inspección general.
Tenga un Kit de emergencia. Arme un kit que incluya una linterna, radio portátil, botiquín de primeros auxilios, agua embotellada y alimentos no perecederos.
También tenga un cargador portátil, un mapa de la zona y un extintor de incendios.
Durante el huracán
Lo ideal es estacionar el vehículo en un garaje. Si no tiene uno, busque un lugar elevado y lejos de árboles, postes de luz y otros objetos que puedan caer. Evite las zonas bajas que son propensas a inundaciones.
Retire todos los objetos de valor del interior del vehículo para evitar pérdidas en caso de robo o daños.
Recuerde llenar el tanque de gasolina para tener autonomía en caso de necesitar evacuar o si se producen cortes de energía.
Después del huracán
Antes de conducir, inspeccione cuidadosamente tu vehículo en busca de daños externos e internos.
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No conduzca en zonas inundadas o con líneas eléctricas caídas. El agua puede ocultar peligros como baches o objetos punzantes, y las líneas eléctricas representan un grave riesgo eléctrico.
Siguiendo estos consejos y tomando las precauciones necesarias, podrás enfrentar los desafíos que plantea la temporada de huracanes con mayor tranquilidad.
Con información de Conexión Migrante.
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