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La deshidratación afecta el estado de ánimo y la vitalidad

Lunes, 14 de enero de 2013 a las 07:30 pm
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El hambre no es lo único que puede poner de mal humor a cualquiera. La deshidratación, incluso cuando es muy leve, altera el estado de ánimo, la vitalidad y la capacidad para pensar claramente.

A dichas conclusiones llegaron dos estudios realizados por la Universidad de Connecticut y el Instituto de Investigación de Medicina Ambiental del Ejército de Estados Unidos. ″La sensación de sed no aparece hasta que las personas están 1% a 2% deshidratadas. Para ese entonces, la deshidratación ya se estableció y empieza a impactar en el desempeño mental y físico″, explica Lawrence Armstrong, deportólogo de la Universidad de Connecticut.

SED PELIGROSA

En su estudio Armstrong trabajó con mujeres de alrededor de 23 años, mientras que en la otra investigación el psicólogo Harris Lieberman trabajó con hombres de alrededor de 20 años. Todos los voluntarios se encontraban sanos y hacían actividad física regularmente.

En ambos experimentos los participantes realizaron ejercicios que les indujeron deshidratación y, a continuación, los expertos les realizaron una serie de pruebas que medían factores como la concentración, nivel de alerta, tiempo de reacción, memoria, razonamiento y estado de ánimo.

En el caso de las mujeres la deshidratación leve causó dolores de cabeza, cansancio y dificultades para concentrarse. Además, las voluntarias percibían que las tareas eran más difíciles. En los hombres, la falta de líquido genero dificultades para realizar ciertas tareas mentales, cansancio, ansiedad y alteraciones en el estado de ánimo.

″Incluso la deshidratación leve que puede ocurrir durante las actividades cotidianas puede afectar como nos sentimos – especialmente en el caso de las mujeres, que parecen ser más sensibles a los efectos adversos de la deshidratación″, explica Harris.

El especialista agrega que ″en ambos sexos, estos cambios adversos en el estado de ánimo pueden afectar la motivación requerida para comprometerse incluso en ejercicio aeróbico moderado. La deshidratación también puede interferir en otras actividades diarias, incluso cuando no hay ninguna demanda física presente″.

Para evitar la deshidratación Armstrong recomienda tomar dos litros de agua por día. /MSN

(KC)