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La muerte de García Márquez, el padre del "realismo mágico" deja un enorme vacío en la literatura universal. "Gabo" era uno de últimos grandes sobrevivientes del "boom" latinoamericano de los años 1960 y 1970, de los que sólo queda el Nobel peruano Mario Vargas Llosa.
"Cien años de soledad" (1967) es una de las novelas más importantes de la literatura hispanoamericana y la más representativa del "realismo mágico". El libro de la dinastía Buendía ha sido traducido a más de 25 idiomas.
García Márquez nació el 6 de marzo de 1927 en Aracataca, un municipio del norteño departamento colombiano del Magdalena. Sus vivencias de niñez en esta localidad bananera fueron inspiración de su obra. El pueblo Macondo de "Cien años de soledad" tiene reminiscencias de ese lugar.
A García Márquez le sobreviven su esposa de toda la vida, Mercedes Barcha, hija de boticarios, y sus hijos Rodrigo, director de cine, y Gonzalo, que es diseñador gráfico y pintor.
Gabo, como también se le llamaba, fue periodista, guionista de cine, cuentista y novelista, simpatizante del socialismo y gran amigo del líder revolucionario cubano Fidel Castro.
Desde hacía varias décadas vivía en México. Llegó en 1961 desde Estados Unidos, donde trabajaba como corresponsal de la agencia de noticias cubana Prensa Latina, y aunque alternó con ciudades como Barcelona, La Habana, Bogotá y París, estableció en Ciudad de México su residencia principal.
La amplia obra de García Márquez incluye libros como "El coronel no tiene quien le escriba" (1958), "Los funerales de la Mamá Grande" (1962), "Relato de un náufrago" (1970), "Crónica de una muerte anunciada" (1981) y "El general en su laberinto" (1989) y "Vivir para contarla" (2002), un libro de memorias.
"Lo peor que le puede suceder a un hombre que no tiene vocación para el éxito literario, o en un continente que no está acostumbrado a tener escritores de éxito, es publicar una novela que se venda como salchichas", dijo una vez García Márquez.
"Ese es mi caso. Me he negado a convertirme en un espectáculo, detesto la televisión, los congresos literarios, las conferencias y la vida intelectual".
Durante su infancia, el genio de las letras colombiano estuvo al cuidado de sus abuelos maternos, el coronel Nicolás Ricardo Márquez Mejía y Tranquilina Iguarán Cotes, también inspiradores de los personajes de sus libros.
García Márquez realizó sus primeros estudios en un internado de Barranquilla y parte de la secundaria en un colegio jesuita, donde tuvo la oportunidad de publicar sus primeros poemas en la revista escolar "Juventud".
Más tarde, de la cálida Barranquilla fue enviado a terminar sus estudios al Liceo Nacional del frío municipio de Zipaquirá, ubicado cerca de Bogotá.
Inició estudios de derecho en Bogotá y luego siguió en Cartagena de Indias, pero abandonó la carrera. Siendo estudiante universitario dio sus primeros pasos en el periodismo en "El Universal" de Cartagena en 1948.
Su primera novela, "La hojarasca", se publicó en 1955 y la última fue "Memoria de mis putas tristes", de 2004. Con "Cien años de soledad" obtuvo el Premio Rómulo Gallegos en 1972.
En 1974 García Márquez, junto con intelectuales y periodistas de izquierda colombianos, fundó la revista "Alternativa", que se publicó hasta 1980 y marcó un hito en la historia del periodismo de oposición en Colombia.
El Nobel, su hermano Jaime García Márquez y Jaime Abello Banfi crearon en 1994 la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), con sede en la caribeña ciudad de Cartagena de Indias, que tiene como objetivo formar a jóvenes reporteros y estimular nuevas formas de hacer periodismo.
La popularidad de su obra llevó a García Márquez a entablar amistad con varios líderes mundiales, entre ellos Castro y el ex presidente Bill Clinton, de Estados Unidos. Su relación con el líder cubano le valió críticas en el mundo literario y político.
La obra de García Márquez ha inspirado la realización de películas como "Crónica de una muerte anunciada" (1987) de Francesco Rosi, y "El amor en los tiempos del cólera" (2007), de Mike Newell, así como la composición de canciones como "Macondo", del mexicano Celso Piña.
"No sé a qué horas sucedió todo", dijo en 2007 en el IV Congreso de la Lengua de Cartagena de Indias cuando se celebraron sus 80 años, los 40 de "Cien años de soledad" y 25 del Nobel.
"Sólo sé que desde que tenía 17 años y hasta la mañana de hoy, no he hecho cosa distinta que levantarme temprano todos los días, sentarme frente a un teclado, para llenar una página en blanco o una pantalla vacía del computador, con la única misión de escribir una historia aún no contada por nadie, que le haga más feliz la vida a un lector inexistente".