Tal como en un hecho de película, y quizás como el polifacético Tom Hanks en el recordado film "El Náufrago", Carlos Mendoza cumplió con la tarea… O mejor dicho, cumplieron con él en Los Grandes de la LVBP, nada más y nada menos que 22 campañas después.
Un emotivo y sorpresivo acto tomó desprevenido entre los asistentes al mandamás de Cardenales de Lara… Con una historia que lo empezaba a identificar poco a poco, con aquel muchacho que en sus memorias le hacían decir: Ese soy yo.
De repente, el reconocido moderador y comentarista deportivo Héctor Cordido mencionaba su nombre en la premiación a los Grandes de la LVBP, para por fin poder otorgarle en físico y en persona el Premio al Novato del Año, el de la ya muy lejana temporada 2000-2001; un trofeo que jamás pudo recibir en todo este tiempo y que ahora se le presentaba como un momento idóneo y lujoso entre todos los demás.
La particular historia…
Pues, corría en ese momento la zafra que daba comienzo a un nuevo siglo y que significaba otro año más en la pelota rentada profesional… hacía su debut en el beisbol criollo un joven prospecto: Su nombre era Carlos Mendoza, un destacado infielder de Tiburones de La Guaira que deslumbraba a propios y a extraños.
Y el resultado fue el esperado: Hizo estragos con el equipo escualo, dejando en realidad pocas opciones deportivas y periodísticas como para escoger a alguien más.
La votación fue clara, era él el galardonado como el joven aprendiz de mayor desempeño. Pero por aquellas épocas, solo bastaba con un cheque y un anuncio.
"Muchas veces cuando nos topábamos, Carlos Mendoza me decía… Coye vale, a mí no me quedó nada de ese premio. Y era verdad, no le había quedado algo para recordarlo, no entregábamos el trofeo como tal… Entonces desde el año pasado nos empeñamos en dárselo, hasta que por fin se dejó y lo hemos conseguido…
Para poder hacerlo venir aquí, le pedimos que queríamos que fuera él quien le entregara personalmente el premio a su lanzador Yapson Gómez como Setup del Año", relató Héctor Cordido.
A lo que Mendoza contestó: "Me engañaron como a un niño", lo que desató las carcajadas de los periodistas presentes en la entrega de premios a Los Grandes de la LVBP en la ciudad de Caracas.
Carrera temprana, sapiencia perenne
Carlos Mendoza, en conversación exclusiva con 2001 Online a la salida del evento, rememoraba también que el destino fue llevándole hacia un retiro temprano como jugador activo.
"Fue una decisión muy difícil que la tuve que tomar desde muy joven con apenas 28 años… Yo tuve una lesión en el brazo, tardé un tiempo en recuperarme y cuando volví, ya no tenía la condición de prospecto… Esto me afectó…
Estuve con Cachorros de Chicago en Ligas Menores y en los entrenamientos primaverales me despidieron… Entonces empecé a jugar en Ligas Independientes y de allí me firmaron los Yankees de Nueva York…
Con 28 años en los Yankees me ofrecieron ser jugador pero luego coach, y para ello debía retirarme, y entonces después de pensarlo; lo asumí. El equipo vió en mí a alguien con la madurez y la paciencia para enseñar. Yo era en ese momento el mayor de todos los muchachos", apuntó Mendoza.
Recuerdos vibrantes de Carlos Mendoza en su zafra como novato
"De esa campaña en especial además de mi rendimiento personal, fue que que Tiburones de La Guaira venía de una racha muy negativa con varios años sin poder clasificar y ese año pudimos lograrlo… Eso fue lo más importante", recordó además el hoy coach de banca tanto en la selección venezolana que irá al Clásico Mundial de Beisbol, como en los actuales Yankees de Nueva York a cargo de Aaron Boone.
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