Amnistía Internacional (AI) reprochó hoy al Gobierno mexicano encabezado por Enrique Peña Nieto su falta de atención a los casos de abusos contra indocumentados que están sucediendo en el país y que, según la ONG, van al alza.
"El número de migrantes irregulares a su paso por México aumentó durante 2012, y los secuestros rutinarios, la violencia sexual, el reclutamiento forzado en grupos del crimen organizado, el tráfico de personas y el asesinato de migrantes continúa sin control", dijo en una rueda de prensa celebrada en el Museo de la Memoria y Tolerancia de la capital mexicana el representante de AI México, Daniel Zapico.
Sin presentar cifras que avalen esa tendencia, pero alegando que tiene evidencias recogidas entre el personal que trabaja en albergues y refugios repartidos por todo México, AI demandó un mayor compromiso del Gobierno con la situación.
"Enrique Peña Nieto no ha tomado hasta ahora ninguna medida para corregir el fracaso rotundo del Gobierno anterior para hacer frente a esta crisis humanitaria", señaló el activista.
"Una vez más el destino de los migrantes en México parece ser una cuestión secundaria para las autoridades", agregó Zapico.
Como aspecto parcialmente positivo, el portavoz de AI destacó la aprobación de "una nueva ley de migración", que consideró mejorable, aunque lamentó que aún no se esté aplicando de manera beneficiosa para los inmigrantes.
En relación con los defensores de los migrantes, la ONG lamentó que sigan recibiendo amenazas y que "las investigaciones de quienes están detrás" de las mismas "nunca" prosperen.
"Los migrantes siguen siendo invisibles para las autoridades mexicanas a pesar de los cambios legislativos", dijo Zapico, quien vaticinó que "la crisis humanitaria que está sufriendo México va a empeorar en los próximos meses",
En la rueda de prensa también intervino la coordinadora de la organización SMR-Scalambrinas: Misión para migrantes y refugiados, Leticia Gutiérrez, quien lamentó que en el discurso oficial este es "un país donde no pasa nada" en materia de migración.
"No escuchamos de las tragedias que sufren las personas migrantes", deploró la religiosa, quien considera que la situación ha empeorado.
Gutiérrez denunció la falta de acierto en los nombramientos de los delegados del Instituto Nacional de Migración (INM) en los estados de Coahuila, fronterizo con Estados Unidos, y Chiapas, vecino a Guatemala.
En ambos casos hubo opacidad y se eligió a personas que en el pasado desempeñaron labores policiales y de inteligencia, lo que hace patente que el Ejecutivo ve el tema migratorio como un asunto "desde la seguridad nacional".
"Un migrante no es un delincuente, no es un criminal", señaló al lamentar el trato que reciben cuando están retenidos en las estaciones migratorias. /EFE