Decenas de miles de personas tomaron hoy las calles de Sao Paulo, la mayor y más poblada ciudad de Brasil, durante el XVIII Desfile del Orgullo Gay para reivindicar la "criminalización" de la homofobia y resaltar los derechos de los transexuales.
Como cada año, el ambiente festivo volvió a inundar la Avenida Paulista, una de las principales vías de la ciudad, donde se concentraron personas llegadas de diferentes puntos del mundo con disfraces, banderas multicolor, globos y carteles que reivindican la igualdad de derechos de los homosexuales.
"No estoy aquí para lucir, estoy aquí para pedir mis derechos", afirmó a Efe Luis, un transexual masculino.
La llegada inminente del Mundial de fútbol, que comienza el próximo mes de junio, se dejó sentir en el ambiente y muchos de los presentes optaron por incluir el balón y los colores de la bandera de Brasil en su vestuario.
También hubo guiños a la política, debido a la celebración de las elecciones presidenciales del próximo octubre, y algunos se atrevieron a disfrazarse de la actual jefe de Estado, Dilma Rousseff.
Cerca de catorce camiones equipados con poderosas cajas de sonido, recorrieron al ritmo de música electrónica algunas de las principales calles de Sao Paulo, que esté año adelantó el evento debido a la celebración del torneo futbolístico.
"Cambiamos la fecha pensando en el bienestar de quien viene al desfile. Tuve información de que el 40 % de la red hotelera estaba reservada para el Mundial. Sólo el desfile ocupa el 100 %", explicó uno de los organizadores del desfile, Fernando Quaresma.
Considerada como uno de los más populosos desfiles gay del mundo, la conocida como "parada" de Sao Paulo contó con un público bastante inferior del de pasadas ediciones, aunque según los organizadores se espera la presencia de más de 3 millones de personas.
El primer Desfile del Orgullo Gay en Brasil tuvo lugar en 1995, cuando cerca de 3.000 personas se reunieron en la playa de Copacabana durante la clausura de la versión 17 de la Conferencia Internacional LGBT, celebrada en Río de Janeiro, y desde entonces se han organizado eventos similares en otras ciudades.
Según un informe divulgado a inicios de este año por el colectivo Grupo Gay de Bahía, 312 homosexuales fueron asesinados en Brasil durante 2013, lo que representa de media una muerte cada 28 horas.
Rousseff recordó hoy en Twitter que las personas pueden denunciar casos de violencia homófoba a través de un número de teléfono facilitado a través de su cuenta en la red social. EFE