AVN
El submarino argentino ARA San Juan, desaparecido el pasado 15 de noviembre de 2017, sufrió una implosión a 400 metros de profundidad en el mar, que liberó una energía que equivale a seis toneladas de TNT, y causó la destrucción inmediata cuantificada en 40 segundos, generando que sus tripulantes tuvieran una muerte instantánea, así lo revelo el informe de Inteligencia Naval de los Estados Unidos.
El reporte estadounidense, tomado de una fuente británica por el diario francés Le Monde, detalla que el informe expuesto por las autoridades argentinas sobre los hechos, no fueron ciertos, pues estos aseguraban que el "evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear consiste en una explosión"; sin embargo, la inteligencia de Estados Unidos sostiene que hubo un "colapso (implosión) del casco" del submarino que "se hundió verticalmente a una velocidad estimada entre 10 y 13 nudos" marinos, reseña por su parte el portal argentino Página 12.
Lo que hizo que la explosión tuviera esa fuerza fue “la presión del mar” en ese nivel de profundad, precisa el informe que, además, asegura que los tripulantes “no se ahogaron ni experimentaron dolor. La muerte fue instantánea”.
Todo fue en 40 milisegundos, que es “el tiempo medio del mínimo requerido para el reconocimiento de un evento” de esas características.
En la mañana del 15 de noviembre el submarino de la Armada Argentina ARA San Juan perdió contacto durante su recorrido desde la Base Naval Ushuaia hacia la Base Naval de Mar de Plata. La última señal del sumergible fue registrada a la altura del golfo San Jorge, en aguas argentinas del océano Atlántico, a 432 kilómetros de la costa de la provincia de Chubut.
El 30 de noviembre la Armada argentina descartó encontrar con vida a los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan.
2018-01-12