Miles de personas, 25.000 según la policía, se concentraron este domingo en Madrid para protestar contra los indultos que el Gobierno español estudia conceder a los doce líderes independentistas catalanes que cumplen condenas de entre 9 y 13 años de prisión por el intento secesionista de octubre de 2017.
La protesta estaba convocada por la plataforma ciudadana Unión 78 y a ella acudieron los responsables del conservador Partido Popular (PP), Pablo Casado; de la formación de ultraderecha Vox, Santiago Abascal, e Inés Arrimadas, por parte del liberal Ciudadanos (Cs).
La posibilidad de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez indulte a los líderes independentistas de Cataluña enfrenta en España. A quienes defienden la medida de gracia, como algo necesario para reconducir las relaciones entre el Estado y esta región, con los que la consideran una cesión ante los separatistas.
El Ejecutivo de coalición entre el socialista PSOE y la formación de izquierda Podemos deja ver que está a favor. Frente a las voces críticas dentro de los propios socialistas, la oposición conservadora y la Justicia contraria al indulto.
Esta medida de gracia corresponde constitucionalmente en España al Gobierno. Pero puede ser recurrida en los tribunales si se considera que incumple los requisitos, recogidos en una ley que data de 1870.
SE HARÁ LO QUE CORRESPONDE
El Gobierno que preside el socialista Pedro Sánchez mantiene que "hará lo que corresponde". Aunque asume que la decisión implicará riesgos y es consciente de la dificultad de reconstruir puentes de convivencia entre los propios catalanes. Y entre Cataluña y el resto de España.
El Supremo y también la Fiscalía están en contra del indulto al entender que incumpliría condiciones como el necesario arrepentimiento. Pues varios de los independentistas insisten en que retomarían la senda independentista. Es una medida individual y no colectiva, y supondría que el Gobierno corrija la sentencia de los tribunales.
Tradicionalmente, el Supremo ha tenido escaso margen de maniobra al revisar un indulto, limitándose a ver si cumple requisitos de forma.
Desde Buenos Aires, donde se encontraba de viaje oficial, Sánchez, pidió el pasado miércoles a la sociedad española "confianza, comprensión y magnanimidad" ante la posibilidad de que se concedan los indultos.
A juicio de Sánchez, el Gobierno español apuesta por la "convivencia" y la "distensión" en Cataluña y ese objetivo "merece la pena".
En una entrevista publicada hoy por el periódico La Vanguardia, la vicepresidenta primera del Ejecutivo, Carmen Calvo, asegura que los indultos están cerca. Y "llegarán pronto a la mesa del Consejo del Ministros".
Además Calvo critica la actitud de la oposición conservadora y de los asistentes a la concentración de este domingo. Ya que la única alternativa viable es "normalizar las relaciones institucionales. Parar la tremenda confrontación provocada por el independentismo y la derecha española y estabilizar la situación".
EFE
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