Los presidentes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de Costa Rica consagraron públicamente a las instituciones que representan en la misa por el día de la Virgen de los Ángeles, la patrona del país.
La mandataria del país, Laura Chinchilla, así como el presidente del Congreso, Luis Fernando Mendoza, y la presidenta de la Corte Suprema de Justicia, Zarela Villanueva, pronunciaron durante la misa una declaración de consagración en la que además pidieron perdón por cualquier "transgresión que se haya cometido en el país".
Los tres altos funcionarios hicieron una misma declaración, en la que solo cambiaban el nombre de la respectiva institución.
En presencia de todos los obispos católicos de Costa Rica, se consagraron primero a sí mismos a "Dios todo poderoso" a través de la intercesión de María y luego consagraron a sus poderes de la República, incluyendo a sus funcionarios como ministros, diputados, jueces y fiscales.
"Ofrezco a Dios todo poderoso mis pensamientos y decisiones para que los utilicen para el bien de nuestra Patria y estar conscientes de los diez mandamientos", dijo cada uno de los altos funcionarios.
Costa Rica es uno de los Estados confesionales de América, pues su Constitución establece al catolicismo como la religión oficial en el país.
Actualmente, el Gobierno de Chinchilla negocia un concordato con el Vaticano pese a la oposición de un sector de la sociedad que pide un Estado laico. /EFE