DPA
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, calificó hoy de "lamentables" los insultos racistas que sufrió en la noche del miércoles el volante brasileño Tinga, durante el partido entre Real Garcilaso y Cruzeiro, disputado en Perú, válido por la Copa Libertadores.
A través de un mensaje divulgado hoy a través de Twitter (@dilmabr), la presidenta, quien se mostró indignada porque la hinchada local imitaba gritos de monos cada vez que el brasileño tocaba la pelota, anunció que acordó con la ONU y la FIFA que el Mundial de fútbol, que comienza en Brasil el 12 de junio próximo, sea "la Copa contra el racismo".
"Fue lamentable el episodio de racismo contra el jugador Tinga, del Cruzeiro, en el partido de ayer, en Perú", escribió la presidenta.
Rousseff recuerda en su mensaje las declaraciones de Tinga, quien al término del encuentro afirmó: "Yo querría no ganar todos los títulos de mi carrera y ganar el título contra el prejuicio, contra esos actos racistas. Cambiaría (los títulos) por un mundo con igualdad entre todas las razas y clases (sociales).
"Por eso hoy Brasil entero está junto a Tinga", aseguró Rousseff, quien opinó que deporte "no debe ser jamás escenario para el prejuicio".
Por su parte, Dedé, también del Cruzeiro, también utilizó la red social para repudiar la actitud racista de la afición peruana.
"Somos negros, brasileños y con mucho orgullo de nuestro color y raza. Yo, Júlio Baptista, Tinga y otros negros estamos juntos. ¡Estoy indignado con lo que sucedió aquí en Perú, horda de racistas, Dios nos hizo a todos iguales!, expresó Dedé, al término del encuentro disputado en el estadio de Huancayo, en el que el equipo locatario se impuso por 2-1.