Decenas de miles de tunecinos llamaron el sábado a la renuncia del gobierno islamista, en una de las mayores marchas opositoras hasta la fecha.
La protesta, organizada por la coalición Frente de Salvación Nacional, marcó el fin de los 40 días de duelo desde el asesinato del político opositor Mohamed Brahmi.
Su muerte frente a su familia hundió al país en una crisis política e hizo que decenas de legisladores opositores se retirasen de la asamblea, paralizando sus labores de redacción de la nueva constitución.
Los legisladores anunciaron el viernes que iniciarían una huelga de hambre hasta que se acepten sus demandas.
Semanas de mediación del principal sindicato del país entre el moderado partido islamista Ennahda y la oposición han sido infructuosas.
"Estamos determinados a continuar batallando para sacar el país de la desastrosa situación en que se encuentra por culpa de aquellos en el poder", dijo Beji Caid Essebsi, líder del centroderechista Nida Tunis, uno de los principales partidos opositores.
"Luego del derramamiento de sangre, Ennahda no tiene legitimidad", corearon los manifestantes, que llegaron de todo el país en respuesta al llamado de la oposición.
Cuando los tunecinos derrocaron al gobierno autoritario en enero del 2011, eso desató una ola de protestas a favor de la democracia en la región, pero la transición a la democracia ha sido turbulenta desde entonces.
La oposición demanda que el gobierno islamista renuncie inmediatamente por lo que dicen es su incapacidad para mantener la seguridad y administrar la economía.
Ennahda ha respondido con una oferta de disolver el gobierno luego de cuatro semanas para asegurar que se complete la constitución y el organismo encargado de organizar elecciones sea instaurado. En agosto, Ennahda, que gobierna en una coalición con dos partidos seculares, organizó sus propias manifestaciones a favor del gobierno, que tuvieron una participación comparable.
La oposición ha realizado varias protestas desde la muerte de Brahmi, pero la del sábado parece haber sido una de las mayores, y el líder opositor Samir Taieb dijo que se realizarán más marchas hasta que Ennahda renuncie.
En los dos años y medio desde la caída del presidente Zine El Abidine Ben Alí, Túnez ha sido plagado por una débil economía, ataques extremistas y descontento social. /AP