Trabajadores de la salud enfrentan condiciones críticas a la hora de ejercer su labor en los hospitales públicos. Los centros de salud carecen de los servicios básicos y los insumos para atender diversas patologías y emergencias.
La presidente del Colegio de Enfermeras del Distrito Capital, Ana Contreras, denunció que la “infraestructura de los centros de salud está colapsada”.
Informó que más del 80% de los hospitales no cuentan con el servicio de agua por tuberías.
Explicó que, en tiempo de pandemia ese servicio es vital para combatir al coronavirus.
Explicó que desde que se inició la contingencia por el coronavirus, el Colegio de Enfermeras del Distrito Capital ha denunciado “las graves consecuencias” que representan para los trabajadores las carencias de servicios e insumos.
“Exigimos de manera regular la dotación de los equipos de protección personal”, manifestó. Además, explicó que, cuando reciben la dotación “se hace con materiales no eficaces para brindar verdadera protección a los trabajadores”.
Afirmó que esa situación “ha generado que más de 700 trabajadores sanitarios, fallecieran, con clínica sugestiva de COVID19”, según datos de la ONG Médicos Unidos por Venezuela.
“Ante el silencio del Ministerio de Salud” la organización realiza de manera constante un registro sobre el riesgo y la mortalidad del personal sanitario, que “representa un alto porcentaje” de la cifra de fallecidos por COVID.
La salud pública debe ser gratuita
Además, denunció que existe una escasez “en niveles críticos de insumos tan básicos como guantes, inyectadoras, equipos de infusión de hemoderivados e hidrataciones, medicamentos, reactivos para exámenes de laboratorio y la larga lista continúa”.
Una nueva arista se desprende de la crisis hospitalaria, y es que ante la escasez de los insumos, los pacientes deben comprar los materiales necesarios para atender cualquier cirugía.
“El paciente debe comprar todos los insumos. Igualmente, si está ingresado en otras unidades clínicas los pacientes deben llevar hasta las fotocopias para su historia médica”.
Aseveró que esta situación “le quita el carácter gratuito a la salud pública, que establece la constitución”.
Pacientes deben comprar los insumos
Entre las vivencias de los pacientes que han recurrido a los hospitales públicos por emergencias médicas, se encuentra el caso de Rodrigo Mesa, quien acudió al hospital Dr. Domingo Luciani.
Mesa requería una cirugía por obstrucción nasal. Al momento de su atención, le notificaron que debía comprar "todos los insumos para su cirugía".
"El hospital no tenía nada, me dijeron. Compré agujas y suturas, guantes, gasas, hasta la solución salina".
Los analgésicos y bisturíes también corrieron por cuenta del paciente, según relató.
Añadió que "lo único que tenían era anestesia, pero las jeringas también salieron de mi bolsillo".
Por otra parte, Jaquelin Zuloaga, quien sufrió una lesión por corte en una de sus piernas y buscó atención en el hospital Dr. Miguel Pérez Carreño, también narró su caso.
Zuloaga relató que al ser atendida por un médico, el mismo le pidió una lista de insumos con los que no contaban para su procedimiento quirúrgico.
“Si la puedo atender, pero todo lo que necesito lo tiene que comprar”, fueron esas las palabras del cirujano, dijo Zuloaga.
“Me hizo una lista en la que pidió suturas, gasas, agua oxigenada, los medicamentos, jeringas para la anestesia, yesos, vendas y guantes”.
Explicó que “fue un gasto total de 30 dólares, sin contar los yesos que no conseguí”.
Expresó que “es un gasto que no todos pueden permitirse”. Acotó que pudo ayudar a otros pacientes con algunos de los insumos que compró.
Reiteró las carencias del centro médico y reconoció la labor de los médicos. “Trabajan con las uñas, les faltan muchos materiales. Sin embargo, todos están muy dispuestos a atender a los pacientes” dijo.
Trabajadores arriesgan su salud
La presidente del Colegio de Enfermería, Ana Contreras, denunció las precarias condiciones en las que trabajan el personal de la salud, además de los bajos salarios que perciben.
Resaltó que “debido a las condiciones laborales de altísimo riesgo y los bajos salarios cancelados, se ha generado una altísima migración laboral de más del 65% de enfermería”.
La salida del personal “ha generando una lamentable incidencia negativa en la atención de los pacientes, que ya se ha empezado a visibilizar comunicacionalmente”.
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