El director de Fevelicor, Carlos Salazar, indicó que el sector “está mejor en comparación con el año pasado porque estamos abiertos. Nos sumamos al pedido de Consecomercio de la continuidad laboral, no es funcional trabajar una semana si y una no, sobre todo por el tema de la venta clandestina”.
“Hay un problema de salud pública con las bebidas adulteradas que hay que controlar con el comercio legal abierto”, precisó.
Licorerías. El gerente de la licorería Puerto Escondido, Alberto De Freitas, indicó que “aquí en el municipio Libertador se trabaja solo en semana flexible. No hemos podido abrir como se debería y a las 4pm hay que cerrar”.
“Maduro anunció una semana distendida pero de eso nada. La alcaldesa sacó una ordenanza donde los comercios que no venden alimentos no pueden abrir. Con la devaluación y la hiperinflación uno trabaja con las uñas y la mercancía que tenía”, afirmó.
“Los proveedores exigen el pago de inmediato si uno paga con bolívares, en dólares dan siete días. Si uno no cancela puntual la patente de licores se la quitan, son Bs 300 mil mensual”, agregó.
Señaló que “las ventas no están como hace dos o tres años, ahora la gente busca de esos licores baratos de $1 o $2 que llaman bebidas espirituosas. Hace un mes que vendimos una botella de Buchanan´s, y para dar vuelto en dólares redondeamos con chuchería o refresco”.
“Para ofrecer tenemos combos y ofertas de ron con hielo, refrescos, vasos, chucherías y material pop que ofrecen las compañías, con franelas por ejemplo. Las ventas bajaron 60% desde diciembre para acá. Tenemos esperanza en ese decreto que la radical iba a ser más flexible y aún no se da”, dijo.
El gerente de una licorería, que reservó su identidad, señaló que “las licorerías no entramos en esa flexibilización, trabajo porque tengo alimentos. Con la hiperinflación y la devaluación estamos graves, las ventas están en el piso, bajaron 80%. La crisis es brutal”.
“Trabajamos solo para los impuestos. Solo de luz y aseo pagamos $200. A Eso se suma la competencia desleal de los colectivos de Catia. Hay dos guerras, el licorero gana $1 por caja de ron barato, si me cuesta $28, ellos lo venden en $29, el margen de ganancia mermó una grosería.”, aseguró.
Añadió que “si uno va a comprar a Catia los colectivos dan a escoger entre el original y el pinchado. Compran el ron, lo preparan y envasan, son guarapos de $2 y en vez de vender la caja en $35 la venden en $17, por eso ahora no vendo por caja sino al detal. “como novedad me ofrecieron promotoras para que los productos salgan, pongan lo que pongan vamos de mal en peor”, acotó.
Tienda virtual. El gerente de Wao Combos, Keiver Cruz, indicó que “las ventas bajaron pero aún se vende. En radical vendemos más porque trabajamos con delivery mientras otros están cerrados.”.
“Los proveedores ponen precios en dólares, nosotros pagamos en divisas, por eso no nos afectó tanto la hiperinflación y la devaluación. Los clientes pagan en dólares o pago móvil. No tenemos tienda física, la demanda bajó 15% y vendemos con combos”.
Dato:
35 $ cuesta una caja de Anís Cartujo pinchada, la caja original vale $45. Licoreros rechazan que algunas personas compran el Anís, sacan 3/4 de cada botella y lo llenan con un preparado de alcohol y azúcar en perjuicio de la salud