El presidente de la Cámara de la Industria Venezolana de Especies Alcohólicas (Civea), Roque Zapata, señaló que la Ley Orgánica de Coordinación y Armonización de las Potestades Tributarias de los Estados y Municipios supone un desafío para el sector licorero en vista de la gran cantidad de impuestos que cancela a nivel nacional y municipal.
Subrayó que, con la promulgación de la Ley de Armonización Tributaria, la alícuota máxima para el sector licorero no excederá el 6,5 % de los ingresos obtenidos.
Añadió que hasta ahora esa proporción se ha mantenido entre 3 % y 5 %.
“Habrá casos en los que se tendrá que negociar para que el monto baje un poco, cada alcaldía tomará conciencia de su realidad, y en lo que puede afectar ese incremento en el precio final del producto”, aseguró el directivo.
Zapata expresó que el sector licorero espera que con la promulgación de la ley se corrijan las distorsiones en las alícuotas cobradas por cada municipio.
Antes de la Ley de Armonización tributaria había una distorsión en el monto del impuesto que afectaba las estructuras de costos de las empresas.
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“Una compañía que tenía que pagar $10.000 por el permiso de bomberos. Ahora con esta normativa, todos estaremos aproximadamente en el mismo nivel en el porcentaje de alícuota” aseguró.
Sector licorero se contrajo 60 %
Zapata precisó que uno de los factores que afecta al sector es la entrada al país de licores que no cumplen con los controles sanitarios ni normativas vigentes.
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“El sector formal perdió espacio en anaqueles entre 55 % y 60 %. El sector actualmente emplea directamente 3.500 personas y genera 300.000 empleos indirectos. Esta informalidad afecta a toda la cadena: licorerías, restaurantes, discotecas”, enfatizó.
El presidente de Civea explicó que estos productos entran si pagar ningún tipo de impuestos, mientras el producto nacional paga 68 %, afectando a la industria licorera.
Las ventas por volumen de licor se contrajeron 60 % en el último año debido a la pérdida del poder adquisitivo del venezolano y la competencia desleal de los productos importados.
Esto se refleja en una caída de la facturación entre 25 % y 30 %.
Resaltó que el consumo no fue el esperado en las temporadas de carnaval, semana santa y diciembre.
“En Latinoamérica, una persona toma en promedio 10 litros de licor al año, según la OMS, en Venezuela ese consumo bajó a 6 litros, de los cuales 4 son producto del contrabando”, acotó.
Con información de Banca y negocios
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