Los migrantes venezolanos que iban abordo de la embarcación tiroteada y en la que murió un bebé de menos de un año de nacido; contradijeron la versión oficial dada por la Guardia Costera, según la cual los migrantes intentaron embestirlos y escapar.
Los abogados Criston J Williams y Siddiq Manzano dijeron al diario Newsday que después de entrevistar a tres de los migrantes que viajaban en el barco; hubo diferencias clave en su versión de los hechos y el informe de la Guardia Costera.
Manzano detalló que los migrantes con los que habló negaron haber intentado embestir uno de los botes de la Guardia Costera y afirmaron que un motor defectuoso les impidió intentar escapar.
“Dijeron que el bote en el que viajaban tenía dos motores y uno de los motores se paraba y volvía a encenderse. También dijeron que la primera embarcación de la Guardia Costera que vieron fue la embarcación más pequeña. En ese momento no escucharon ninguna bocina o megáfono de esta embarcación. Sí vieron las bengalas, una de las cuales dijeron apuntaba al cielo, el otro apuntaba a su barco. Poco después de eso, escucharon los disparos. Dijeron que la Guardia Costera solo dejó de disparar después de darse cuenta de que alguien a bordo de su bote estaba herido. Debido al motor defectuoso, dijeron que no podían embestir a nadie o incluso tratar de escapar; así que en ese momento estaban parados“, explicó el abogado, según los testimonios recabados de los migrantes.
Tras ser interceptados, los migrantes fueron subidos el barco más grande, el TTS Scarborough, y llevados a la costa donde la madre herida fue llevada a un hospital.
El abogado precisó que el grupo de migrantes consta de 20 niños y 17 adultos, quienes permanecen detenidos desde la madrugada del domingo en el helipuerto de Chaguaramas.
Con información de monitoreamos.com
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