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Prostitutas reclaman sus derechos

Viernes, 15 de diciembre de 2017 a las 08:00 pm
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Katherine Abreu | [email protected]

En el Día de la No Violencia contra trabajadores sexuales, las mujeres venezolanas que ejercen la prostitución están “bajo la sombra” en áreas de protección, se encuentran “invisibilizados”, sin un aparato jurídico ni políticas públicas que respalden sus derechos.

En tacones, minifaldas, escotes, elaborados peinados y maquillaje excesivos, las féminas lucen de “punta en blanco”, desfilan y posan en zonas como la Florida, la calle de los hoteles en Plaza Venezuela y la avenida Libertador.

Las trabajadoras sexuales señalaron que su “gremio” padece incontables abusos y maltratos, que se convierten en la rutina diaria. Aseguraron que, el trabajo sexual en el país, es un “riesgo a la vida”, pues deben afrontar violaciones, extorsiones y golpes para ganar ingresos extras y suplir los gastos mensuales.

En cifras. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) denunció en un informe en el año 2000 que en el mundo existen miles de mujeres que ejercen la prostitución, y son integradas junto a menores, en redes internacionales.

Según una investigación realizada en el 2001 por la Asociación de Mujeres para el Bienestar y Ayuda Reciproca (Ambar), se estiman que en Venezuela se registran 35 a 45 mil niñas, niños y adolescentes en situación de prostitución. Además precisaron que, 40.000 niños/as venezolanos en prostitución infantil, con edades entre 8 y 17 años.

Este año se realizó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la primera audiencia sobre derechos de trabajadoras sexuales en América.

La CIDH hizo un llamado para que los gobiernos de la regiones diseñen políticas públicas, para que regulen la prostitución de manera que se pueda ejercer de manera digna y eficiente en las distintos países.

De acuerdo a la investigación que se dio a conocer en la reunión, los agresores más comunes de las mujeres que ejercen la prostitución en los países miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) son miembros de las fuerzas armadas, agentes de migración y funcionarios de justicia.

La mayoría de los estudios internacionales revelan que las mujeres que ejercen labores sexuales, las razones que conducen a la prostitución se deben a los altos índice de desempleo, la inseguridad, aunado a los países en periodos de crisis económicas.

Abusos y maltratos. Jóvenes que fueron a las calles a buscar mejores condiciones de vida, recurren a los oficios sexuales como una vía fácil para conseguir recursos económicos, la necesidad y la desesperación retrató el transcurrir de sus vidas pues, afrontan abusos, maltratos y violación sin respaldo de organizaciones ni instituciones del Estado.

Una joven -que decidió reservar su identidad- de 24 años, explicó que empezó la prostitución a los 14 años para ayudar a su familia. Señaló que, ha sido víctima de constantes abusos y maltratos. “Las heridas dejan marcas, a veces corres con la suerte que el cliente es bueno, mientras otros te maltratan y lo dejan a uno tirado en la calle”, contó.

La muchacha apodada “La catira”, de 1.70 de estatura, rubia con una melena adornada de extensiones, tiene como puesto fijo en las inmediaciones del Hotel Yumbo, en la Florida.

Expresó que, tras los escasez de anticonceptivos sufren la exposición a peligros, sobre el contagio de enfermedades de transmisión sexual.

“Estamos expuestas a la violencia tanto en el acto sexual como en la calle. Cuando asumes trabajos en la calles estás expuestos a cualquier riesgo”, aseguró.

Sufren robos. En la ciudad caraqueña es recurrente encontrar a mujeres y hombres en edades comprendidas entre 16 a 25 años, que se postran en las calles y avenidas principales, mostrando sus mejores atributos físicos, en la búsqueda de furtivos clientes que requieran de “servicios especiales”.

Sin embargo relataron que en varias ocasiones los clientes son los mismos antisociales que roban, golpean y extorsionan a los trabajadores sexuales.

Esther – quien no quiso revelar su apellido- narró que en el mes de octubre se dirigió a un hotel ubicado en Plaza Venezuela, mientras estaba en compañía de un cliente, donde el hombre el obligo a ingerir sustancias psicotrópicas, la violo y antes de retirarse de la habitación en la que se encontraban robo todas sus pertenencias.

“Una vez dentro robo todas mis pertenencias, el dinero efectivo que cargaba, mi teléfono hasta los preservativos que tenía”, dijo.

Ante el hecho Esther expresó que no coloco una denuncia en algún modulo del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cipc), por temor a represalias en su contra por su identidad sexual de transgénero.

“No me atreví a acercarme porque soy discriminada por lo que soy. Además tenía que denunciar al motel y como los dueños son los que tienen más dinero, no iba a ganar nada con eso”, expresó.

La joven que reside en Villa de Cura, del estado Guárico, y estudio Ingeniería Civil se trasladó hasta la región capital en busca de mejores oportunidades de trabajo pese a que estar casi 2 años desempleada , explicó que al ser transexual automáticamente la rechazaban en las propuestas laborales.

Cambian rutinas. Las acostumbradas citas previas en horarios nocturnos, esperar en clubs, bares o en las afueras de los locales en turnos de madrugada se quedaron en los tiempos de ayer. Las trabajadoras sexuales contaron que realizan sus trabajos en horas del día, producto a la inseguridad en las calles caraqueñas.

Mónica – quien reservo su identidad- de 17 años, relató que a pesar de tener 3 meses ejerciendo en la calle, las rutinas nocturnas que se ejercían son más peligrosas. “Una vez me dejaron en una carretera a las 3 de la madrugada, me toco caminar hasta 1 kilómetro sola”, dijo.

Policías y violencia. Aunado a la violencia específica que puedan recibir de particulares, también son víctimas constantemente de la violencia por parte de los órganos de seguridad.

Las trabajadoras sexuales precisaron que funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Policia Nacional Bolivariana de Venezuela (PNB) y otros efecetivos aplican experimentan tratos crueles, humillantes e inhumanos, entre los que destaca las extorsiones, las amenazas de ser encarceladas, la violencia física, psicológica, verbal y principalmente sexual.

Estigma. Los venezolanos que han hecho de la prostitución su medio de vida se encuentran expuestos y sometidas constantemente al estigma y la discriminación en sus entornos familiares, grupos de amigos, comunidades y ámbitos académicos.

El rechazo social de los grupos de personas en los ámbitos en los que hacen vida, las trabajadoras sexuales también son víctimas de violencia por parte de desconocidos en los espacios públicos, clientes y proxenetas; esta violencia se presenta en forma de asaltos, agresiones, violaciones y asesinatos.

No obstante, estas formas de violencia aumentan cuando la trabajadora sexual tiene una condición de pobreza, afrodescendiente, indígena, transgénero, transexual, o con algún tipo de discapacidad física o intelectual.

En América Latina y el Caribe mueren por año cientos de mujeres sin que la justicia actuara al considerarlas como prescindibles al no responder a las expectativas y exigencias de la moral social patriarcal.

Pese a ello, la situación social de las mujeres trabajadoras sexuales continua sin forman parte de las preocupaciones de la sociedad y menos aún de los Estados de la región.

Trabajadoras sexuales venezolanas hicieron un llamado a las instituciones del Estado, para que se elaboren las políticas públicas idóneas para la protección de los venezolan que optan la prostitución como oficio.

2017-12-16