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Renunció Linda Loaiza: Ya no será parte del proyecto sobre derechos de la mujer en Unimet

Lunes, 29 de mayo de 2023 a las 11:56 pm
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La abogada venezolana Linda Loaiza, renunció a un proyecto sobre derechos de la mujer de la Universidad Metropolitana (Unimet), esto de acuerdo con un comunicado emitido por la también defensora de los DDHH a través de sus redes sociales.

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La renuncia de Loaiza al proyecto se debería, presuntamente, por el otorgamiento de un Doctorado Honoris Causa por parte de la Unimet al historiador Germán Carrera Damas, familiar directo de su victimario: Luís Antonio Carrera Almoina, el hombre que la secuestro, la ultrajó y «convirtió a su vida en un infierno».

“La tragedia que viví también pasó a formar parte de la memoria histórica de este país pero para la Universidad y para el honorable historiador eso no forma parte de sus modelos de hacer historia”, dice el oficio.

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A su vez, “los miembros del Centro de Derechos Humanos de esa casa de estudios alegaron que no habían sido parte de la decisión del Honoris Causa, a pesar de que forma parte de un cuerpo colegiado”, se conoció.

En el título honorífico otorgado por la Unimet al historiador, y hermano del exrector de la Universidad Nacional Abierta (UNA), Gustavo Carrera Damas, lo describirían como un “ciudadano ejemplar”.

“El Consejo Superior de la Unimet, acordó conferir el Doctorado Honoris Causa al historiador Germán Carrera Damas, ensayista y profesor universitario. Considerado uno de los historiadores más destacados de Venezuela”, reza el galardón el Honoris Causa.

Esto reflejaba Linda Loaiza en 2019 sobre Gustavo Luis Carrera Damas, hermano del galardonado y padre de quien fuera su agresor:

A propósito del artículo de Gustavo Luis Carrera Damas publicado en su momento por el portal @prodavinci , Loaiza ya graduada como jurista; parafraseaba al escritor francés André Gide: «Aunque todas las cosas ya fueron dichas, a veces se olvidan o no se escuchas, entonces es preciso comenzar de nuevo».

De esta manera, Loaiza iniciaba mediante su cuenta de Twitter; expresando que «Darle tribuna, como autor respetable, a personas como Gustavo Luís Carrera Damas es preocupante, es participar de la memoria corta de este país, es desconocer que este hombre tiene un prontuario delictivo, reprochable e inadmisible», expresó.

Ante esto, la víctima y ahora abogada; continuó: «Refresco la memoria al equipo editorial de @prodavinci.

No es sólo el padre del torturador de mujeres Luís Antonio Carrera Almoina, sino que él también llevó un proceso judicial, junto a su hijo, por cómplice en la fuga, evasión de la justicia y por burlar a las autoridades», detalló.

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Contexto: Esto le ocurrió a Linda Loaiza

El caso de Linda Loaiza López, una joven merideña que desapareció por 114 días en los cuales fue esclavizada sexualmente y torturada con sadismo, fue conocido por los venezolanos en marzo del año 2001.

A Linda la rescataron funcionarios de la policía de Chacao en un apartamento de ese municipio mirandino y que forma parte también de la llamada Gran Caracas.

Loaiza se encontraba herida y al borde de la muerte. Al unísono, los sórdidos detalles de su cautiverio produjeron un gran revuelo mediático en la opinión pública.

Pero, como muchas noticias que nos rozan cotidianamente sin que comprendamos la realidad escondida en esos hechos: la tragedia personal de Linda Loaiza se perdió de vista en una sociedad para entonces perturbada por acontecimientos políticos que cambiaban todos los días.

La agitación que ya se vivía en las calles de Caracas en el tercer año del gobierno de Hugo Chávez, hizo todavía más difícil advertir la complejidad que escondía el caso.

Y ese fue solo el principio… Así, a más de veinte años de los hechos, toda la pesadilla que vivió Linda Loaiza durante su cautiverio y la larga batalla legal que lo sucedió se cuenta ahora en Doble crimen. Tortura, esclavitud sexual e impunidadun texto escrito por la activista Luisa Kislinger, y publicado en España y en Venezuela el 8 de marzo.

En esta historia ese agresor es Luis Carrera Almoina, quien obligaba a sus víctimas a buscar sus propios nombres en las páginas de avisos clasificados de prostitutas profesionales. También las hacía ver pornografía y a veces, a mantener relaciones sexuales entre varias víctimas.

Linda Loaiza López trabaja actualmente para ONG´s en la defensa y derechos de la mujer

Cabe destacar en todo este relato, que Linda Loaiza López no fue la única, pues; existen al menos media decena de denuncias de otras jóvenes que nunca fueron investigadas

Tras ser salvada, Linda Loaiza ingresó en el Hospital Clínico Universitario de la Universidad Central de Venezuela (UCV) con el labio deformado y desgarrado.

A su vez, sus oídos presentaban heridas crónicas por golpes continuos. Tenía sangre acumulada en el abdomen. Sus senos y pezones mostraban quemaduras de cigarrillos y marcas de mordiscos.

Loaiza tenía heridas de ataduras que marcaban las muñecas, tobillos y piernas. Tenía la nariz y la mandíbula fracturadas, poli-traumatismo craneoencefálico y la lengua hepatizada y padecía desnutrición.

La mujer que hoy sigue en pie de lucha, había pasado casi cuatro meses en manos de un psicópata y tardaría seis meses en volver a caminar.

Sin dinero, sin poder ni influencias políticas, el sistema de justicia que debía protegerla fue indolente ante su padecimiento.

Así, cincuenta y tres días después de ser rescatada, Carrera Almoina no había sido detenido. Y cuando ya fue imposible sostener su libertad, recibió la medida de casa por cárcel.

Tres años y tres meses debió esperar Linda Loaiza para que comenzara el juicio. Las audiencias se diferían. Los sorteos de selección de los jurados no avanzaban. Se amenazó a los candidatos a jurados y 50 jueces se inhibieron.

Después de seis años, el caso había pasado por 97 jueces, 16 fiscales y solo concluyó tras una huelga de hambre de 13 días en el Tribunal Supremo.

Investigación exhibió prejuicios

No faltaron detalles grotescos que evidencian el tipo de justicia que recibió Loaiza. La fiscal encargada de la investigación exhibió todos los prejuicios posibles contra la víctima.

Además, la llamó «promiscua y colombiana»; explotando el machismo y quizás los estereotipos xenofóbicos de la sociedad venezolana.

En esta misma línea, la obligó a firmar una declaración con la presión de un policía armado. Así, las lesiones más aberrantes de Linda fueron invisibilizadas y no fue presentada ninguna prueba que estableciera que esas lesiones habían sido causadas por el acusado.

Por ejemplo, la fiscal no mostró fotos en ese momento que tenía en su poder en las que Carrera Almoina aparecía con Linda y otras víctimas. Ni solicitó que se realizaran pruebas de Luminol, necesarias para determinar la presencia de sangre en la escena del crimen.

A Carrera Almoina no se le juzgó no por lo que realmente había hecho, sino por privación ilegitima de libertad y lesiones gravísimas. Tras dos juicios se le condenó a seis años de prisión y hoy se encuentra en libertad.

En medio del padecimiento por encontrar justicia, Loaiza estudió derecho e hizo una especialización en derechos humanos. Hoy trabaja para diferentes ONGs en temas relacionados con violencia contra la mujer.

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