Una supuesta bomba en un avión procedente de Orlando, Florida, desató este lunes una emergencia en el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín, ubicado en Isla Verde, Puerto Rico.
El incidente obligó a detener temporalmente las operaciones en la principal terminal aérea del país, generando incertidumbre entre los pasajeros y el personal, reseña Directorio Noticias.
Tras el desalojo del vuelo 1824 de Frontier Airlines, que transportaba a 223 pasajeros y siete tripulantes, las autoridades realizaron una revisión exhaustiva con unidades especializadas.
Jorge Hernández, presidente de Aerostar, confirmó que se descartó la presencia de explosivos, calificando la alarma como infundada, aunque subrayó la importancia de actuar con máxima precaución en tales situaciones. «Estamos cumpliendo estrictamente con los protocolos de seguridad establecidos», afirmó.
La alerta fue provocada por una llamada sospechosa recibida por un pasajero que esperaba abordar desde fuera de Puerto Rico, lo que llevó a activar de inmediato los procedimientos de seguridad.
La gerencia de Frontier indicó que la amenaza fue considerada no creíble y que el vuelo reanudaría operaciones en pocas horas, permitiendo a los pasajeros recuperar sus equipajes sin inconvenientes.
Las autoridades aeroportuarias, en colaboración con la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) y la Policía de Puerto Rico, implementaron medidas para garantizar la seguridad de todos en la terminal.
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