A las puertas del Hotel Raw de Manhattan, un albergue para migrantes, la rutina matutina de niños y padres rumbo a la escuela cambió drásticamente.
Desde que la Administración Trump eliminó la política que protegía a “lugares sensibles”, muchos migrantes temen ser arrestados.
“Paula”, una migrante venezolana, asegura que muchas madres prefieren no salir por miedo a ser deportadas, lo que ha provocado una merma en la asistencia escolar, según reseña El Diario de Nueva York.
Las escuelas públicas de Nueva York registraron tasas de asistencia entre 84 % y 89 %, en comparación con el 89 % y 92 % del año anterior.
La asistencia promedio, que era del 90 % el año pasado, bajó al 85 % en días de redadas migratorias. Otra migrante mencionó que las limitaciones de 60 días en los albergues han llevado a muchas familias a mudarse a El Bronx, afectando la asistencia escolar de sus hijos.
Autoridades se pronuncian
La canciller de Educación, Melissa Avilés-Ramos, afirmó que la caída en la asistencia no es “atroz”, atribuyéndola a varios factores, incluido el miedo migratorio y el frío extremo.
El Departamento de Educación recordó que no se requiere información sobre el estado migratorio de los estudiantes.
El alcalde Eric Adams instó a evitar la ansiedad en los niños y destacó que la ola de frío también contribuye a más ausencias por enfermedad.
Desde el verano de 2022, 48,000 recién llegados se han inscrito en las escuelas públicas de la ciudad.
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