El sistema de educación superior de Florida está bajo una intensa revisión gubernamental con el inicio de auditorías a las 12 universidades públicas del estado.
Esta supervisión es parte de una iniciativa del gobernador Ron DeSantis, a través del recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), que sigue las políticas impulsadas por la Casa Blanca, reseña El Diario de Las Américas.
Las instituciones deben presentar seis años de registros detallados en un plazo de dos semanas, lo que marca un esfuerzo significativo para examinar sus operaciones y finanzas.
DeSantis señala que las universidades estarán sujetas a una revisión independiente para evaluar el uso de fondos públicos, así como los cursos y programas ofrecidos a los estudiantes.
El gobernador advierte sobre la posible eliminación de clases y especialidades que considere "ideológicas" o poco útiles para la inserción laboral, sugiriendo que algunos programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) podrían ser eliminados.
El Sistema Universitario Estatal (SUS) de Florida, reconocido como uno de los mejores del país, incluye instituciones como la Universidad de Florida y la Universidad Estatal de Florida.
La solicitud del DOGE para obtener registros detallados podría tener implicaciones significativas, dado el nivel de inspección sin precedentes que implica.
Esta auditoría se alinea con las acciones previas del gobierno de DeSantis, que ha buscado reducir el gasto gubernamental y eliminar juntas consideradas innecesarias.
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