El gobernador de Texas, Greg Abbott, puso en marcha un operativo dirigido a la captura de inmigrantes indocumentados y criminales en Colony Ridge, una comunidad al norte de Houston con una significativa población hispana.
A través de sus redes sociales, el gobernador republicano anunció que las redadas comenzaron el lunes en Colony Ridge, un vecindario del condado de Liberty que alberga a más de 40,000 residentes, de los cuales aproximadamente el 42% son hispanos, según datos del Censo 2024.
"Soldados de la Guardia Nacional de Texas y tropas del DPS realizan patrullas junto con unidades en la frontera. Texas continúa trabajando con la Administración Trump para mantener la línea y mantener a Estados Unidos seguro", dijo Abbott en su cuenta de X.
El gobernador ha calificado esta área como un "refugio para inmigrantes indocumentados" y ha vinculado su alta población latina con un aumento en los índices delictivos.
Abbott enfatizó que este operativo es parte de un esfuerzo más amplio para abordar la inmigración ilegal y la criminalidad en Texas. "He trabajado con Tom Homan en esto durante meses", afirmó el gobernador en su cuenta de X (anteriormente Twitter), subrayando la importancia de esta colaboración.
Colony Ridge ha sido objeto de atención mediática y política por su demografía y supuestos problemas relacionados con la inmigración tras la llegada de Donald Trump al poder.
Temor por detenciones arbitrarias
Enrique Quintero, residente de Colony Ridge, dijo al Houston Chronicle que estaba en Payan Tire Shop arreglando su auto el lunes por la tarde cuando al menos media docena de agentes de Investigaciones de Seguridad Nacional llegaron y arrestaron al dueño de la tienda por no tener los permisos de trabajo adecuados.
El propietario, a quien Quintero identificó sólo como Payán, es un mexicano mayor que ha vivido en Texas durante 20 años, dijo Quintero.
Antes de ser detenido por agentes federales, algunos de ellos con máscaras y portando armas largas, había pasado los últimos cinco años construyendo una casa y su negocio al lado en Colony Ridge.
"Él no es un criminal", dijo Quintero sobre el dueño de la tienda, en español. "Es triste porque es una buena persona".
"Te hace sentir incómodo", dijo. "Los agentes fueron muy profesionales, pero me sentí inseguro porque estaba tranquilo y entraron armados con máscaras".
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