En Ciudad Juárez la esperanza de un nuevo comienzo se entrelaza con la incertidumbre de la migración. En este contexto un grupo de hombres y mujeres encuentran consuelo y propósito en la creación de artesanías.
Organizaciones civiles como Avara Juárez han implementado talleres donde los migrantes, muchos de ellos víctimas de la violencia y el estrés de la espera para cruzar a Estados Unidos, expresan sus emociones y aprenden un oficio.
“Huellas”, como se denomina el proyecto de Avara Juárez, va más allá de enseñar técnicas artesanales. Es un espacio de sanación donde migrantes de diversas nacionalidades encuentran una terapia ocupacional.
Esto les permite conectar con su interior y con sus compañeros. A través de collares, tejidos y pulseras, plasman sus experiencias, traumas y anhelos.
Trabajar las emociones
Rosa Mani Arias, coordinadora del proyecto, destaca los beneficios terapéuticos de trabajar con las manos.
“Es una forma de canalizar las emociones y fortalecer el autoestima”, afirma. Los talleres también incluyen sesiones de motivación y emprendimiento, preparando a los participantes para enfrentar el futuro con nuevas herramientas.
La migración irregular hacia Estados Unidos ha alcanzado cifras récord en México, y Ciudad Juárez se ha convertido en un punto de encuentro para miles de personas en busca de una vida mejor.
La espera por una cita en la aplicación “CBP One” genera ansiedad y estrés, agravados por los traumas que muchos han vivido en su país de origen o durante el trayecto.
Para Stephanie, una hondureña sobreviviente de un secuestro, el arte ha sido fundamental en su proceso de recuperación.
“En cada pieza que creo, hay una parte de mí sanando”, confiesa. Sus creaciones, llenas de colores vibrantes, reflejan su lucha por superar el pasado y construir un futuro mejor.
Manuel, un guatemalteco, también ha encontrado en la artesanía una forma de expresar sus experiencias.
Sus obras, cargadas de simbolismo, representan la sensación de encierro y la posterior liberación que experimentó. “El arte me ha dado una nueva perspectiva de la vida”, afirma.
Talleres y actividades
Además de brindar apoyo emocional, los talleres de artesanía ofrecen a los migrantes una oportunidad de generar ingresos.
Al finalizar los cursos, reciben una pequeña remuneración que les permite adquirir productos básicos o enviar remesas a sus familias.
En un contexto marcado por la violencia y la incertidumbre, la iniciativa de Avara Juárez demuestra que el arte puede ser una herramienta poderosa para transformar vidas.
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Al empoderar a los migrantes y fomentar su integración en la comunidad, estos talleres contribuyen a construir un futuro más humano y solidario.
Con información de El Diario NY.
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