El Puente Internacional Simón Bolívar es la principal vía terrestre que comunica a Colombia con Venezuela. Se levanta sobre el río Táchira, que en ese tramo de su curso marca la frontera entre ambas naciones. Tiene 315 metros de largo, 2 carriles y un ancho de 7,3 metros.
Historia
Se construyó en 1919 en unión con Venezuela, en ese entonces su presidente el General Juan Vicente Gómez, quien; esmerado por esta obra según sus propias palabras, «Uniría los países como un gaje de cordialidad que realiza con la nación hermana. Uno de los ideales del Libertador Simón Bolívar y que sería el férreo eslabón que conservará unido para siempre los dos pueblos de aquel genio y la misma lucha gloriosa de la independencia».
El presidente de Colombia al momento de su inauguración era el doctor Miguel Abadía Méndez.
El puente interconecta a las ciudades colombianas de San José de Cúcuta y Villa del Rosario en el departamento del Norte de Santander (Colombia) con las ciudades Venezolanas de San Antonio y San Cristóbal del Estado Táchira (Venezuela). El 24 de julio de 1927 se inauguró oficialmente, en forma solemne, el Puente Internacional Simón Bolívar, según decreto Presidencial.
Actualidad
El puente de doble vía, calificado como un nuevo vínculo físico entre ambas naciones hermanas, sustituyó al estrecho de 1927; se incorporaron áreas verdes, parques dedicados a los héroes y a los símbolos; así como mayores espacios y cómodas instalaciones para las autoridades de control fronterizo.
Hoy día ya es insuficiente este puente para el número de vehículos que circulan diariamente por lo que se están estudiando alternativas para ampliarlo. Diariamente atraviesan el puente 10 mil vehículos y cerca de 300 mil personas en una y otra vía que hacen la verdadera integración de estos dos pueblos.
El puente que contribuyó a desarrollar el eje fronterizo; con un mercado internacional por el cual han transitado miles de millones de dólares a lo largo del tiempo; en una y otra vía, es reconocido como un hito en la historia de dos pueblos hermanados por sangre, historia y cultura.
Como recuerdo imperecedero, en la playa del río Táchira, negándose a desaparecer, están las bases del antiguo puente, cubiertas en buena parte por espesa vegetación.
En la parte colombiana, al descubierto, se observan dos gigantescas moles; muy señoriales, cumpliendo la responsabilidad de mantener vivo el recuerdo de una obra pionera en los acuerdos de integración.
Fuente: Soy Nueva Prensa Digital
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