Redacción Diario 2001 | Erick González
Para celebrar que la semana laboral había culminado, los venezolanos esperaban con ansias el fin de semana para salir y compartir con amigos, familiares o pareja. Sin embargo, todo ha cambiado, ¿el motivo? La crisis económica que atraviesa el país.
Antes ir a un centro comercial para disfrutar de los menús que vendían en la feria de cómida era el plan perfecto que muchos aplicaban para descansar de la cocina, y la única preocupación era conseguir una mesa disponible para sentarse a disfrutar no solo de los alimentos, sino del resumen de todo lo vivido durante la semana.
Este panorama cambió por completo, durante un recorrido por varios centros comerciales de Caracas, el equipo del Diario 2001 constató lo que la crisis se llevó.
Algunas mesas vacías, franquicias de comida sin las largas colas habituales, pese a que algunos tienen descuentos y ofrecen platos "económicos" o el conocido 2X1, oferta que siempre atraía a la clientela, ahora parece que cuando las personas se acercan a dichos establecientos salen corriendo cuando ven los precios que con un sueldo mínimo en 27.091 bolívares, es casi imposible por lo menos para una familia de cuatro integrantes pagarlo.
Yoli Monsalve, quien estaba acompañada por su esposo e hijo, comentó que antes salía todos los fines de semana a compartir en familia, pero ahora solo lo hace una vez cada dos meses.
“Prefiero comprar comida. Sé que es importante salir en familia, pero hay prioridades y todo está demasiado caro, el dinero no alcanza para nada”, manifestó.
Por otra parte, Luz Oliveros se quejó de la mala calidad que ofrecen las franquicias de comida rápida. “Todo está carísimo, y la calidad del producto es cada vez más deficiente”, aseveró.
Precios. Un combo básico en un restaurante de comida rápida puede costar hasta 7 mil bolívares. El combo de sushi ronda los 5 mil bolívares, la popular pizza familiar puede llegar a costar hasta 16 mil bolívares y si desean acompañar la comida con un postre, una barquilla puede costar desde 1.900 hasta 3.500 bolívares, y un sundae ya pasa los 2 mil bolívares.
De la situación del país no puede librarse nadie, pues hasta las relaciones se han visto golpeadas por el alto costo de la vida.
“Ahora todo es más caro, antes salíamos siempre, ahora es un vez al mes. Los jóvenes no la tenemos fácil. O compras comida para aportar a la casa o sales a disfrutar”, expresó Karla Jimenez, quien se encontraba comiendo con su novio.
2016-11-05