Erick S. González Caldea | [email protected]
“Dame el teléfono, rápido”, escucha la víctima, quien entre el miedo y la impotencia busca el aparato electrónico entre sus pertenecías y se lo da al hampón, que está montado en una motocicleta junto a su cómplice. Todo ocurrió en menos de dos minutos, pero el susto queda en esa persona, quien tuvo la suerte de poder contar su caso.
Pasadas las 7:00 pm, en la redoma La India, ubicada frente a la entrada a La Vega, municipio Libertador, la delincuencia comienza a operar a diestra y siniestra. Robos y asesinatos son parte de los crímenes que ocurren por este sector.
La mayoría de los malhechores que por allí operan transitan en motocicletas de baja cilindrada y andan en parejas. Mientras uno maneja el otro comente el asalto. La víctima puede ser cualquiera: mujer, joven, niño y hasta personas de la tercera edad.
En casos muy infortunados la víctima es asesinada, como le ocurrió a Juan Miguel Méndez Subero, de 35 años, quien murió tras recibir un tiro en el abdomen propinado por delincuentes que le robaron sus pertenencias en la redoma de La India, a horas de su cumpleaños. En el hecho, ocurrido el 28 de septiembre, los hampones iban montados en una motocicleta, interceptaron al hombre, le dispararon y tomaron su coala, donde tenía un teléfono celular y dinero en efectivo.
Sin seguridad. No hay una cifra exacta de cuántos robos ocurren a diario en Caracas, mucho menos de los que se producen en redoma de La India, debido a la falta de denuncias por parte de las víctimas, dada la impunidad que existe en el país.
Vecinos y vendedores prefieren mantenerse en la raya cuando hablan de los hechos delictivos que ocurren en la zona. Sin embargo, denunciaron que los robos son recurrentes, sobre todos en los lugares donde las personas esperan el transporte público.
“Es normal ver a la gente quejarse después que son robadas. Muchos comienzan a llorar o gritar, pero no podemos hacer más nada”, destacó una quiosquera, quien agregó que a pesar de haber policías regularmente en la zona, los crímenes siguen en auge, según su percepción.
Por su parte, Manuel Izquiel, diseñador gráfico, relató que cuando comenzó a trabajar hasta altas horas de la noche, su primer inconveniente fue transitar por La India para llegar a su casa, en las residencia de “La Veguita”. “Lo primero que me preguntó mi madre fue si tenía transporte. Le dije que sí y su preocupación bajó considerablemente, pero uno no se puede confiar”, detalló el joven.
Describió que la zona está completamente sola después de las 9:00 pm, hora en la que casi todos los vendedores y trabajadores del Centro Comercial Galerías El Paraíso han concluido con sus labores. “No está bien iluminado el sector. Cuando se camina por allí hay que mirar a todos lados porque no sabes si alguien sale de las sombras”, agregó.
Tanto Izquiel como otros muchos habitantes de los sectores de La Vega, Montalbán o El Paraíso, dicen que los oficiales de seguridad en la zona lo único que hacen es dedicarse a prestar servicio de tránsito, pero no actúan contra quienes delinquen.
A pesar de ello, vecinos destacaron que hay mayor presencia policial de unos meses para acá, pero todavía escuchan y son testigos de la delincuencia, los tiroteos y los muchos consumidores de drogas que por allí pululan durante las madrugadas.
“Realmente la policía no hace gran cosa. Todavía se escuchan muchas detonaciones de armas de fuego y el miedo para pasar por La India continua”, destacó Izquiel, quien exigió incrementar la seguridad en la zona.
2017-11-05