Ronny S. Rodríguez Rosas
@ronnyrodriguez
Maturín recuperó ayer la normalidad, tras cinco días de un gran apagón ocurrido después de la caída de ocho torres de alta tensión en la estación eléctrica Palital-El Furrial, al sur de Monagas. Los escolares regresaron a las aulas de clases, aunque en una menor medida; las tiendas en el casco central reabrieron sus puertas y las colas en las estaciones de gasolina disminuyeron después del mediodía.
Esto después de que el lunes pasadas las 7:00 de la noche fuera restituido el servicio en los 250 circuitos eléctricos de la entidad, afectados por la avería del miércoles 25 de junio. Esto sin embargo no impidió la protesta en algunas zonas de la ciudad el mismo lunes en la noche, en especial en la avenida El Ejército donde residentes de la zona incendiaron el tanque que sirve de monumento a la entrada de este sector.
En una alocución radial tanto el ministro de Energía Eléctrica como la gobernadora del estado, Jesse Chacón y Yelitze Santaella, respectivamente informaron de la restitución del servicio, el final de la contingencia eléctrica y la normalización de las actividades escolares.
No obstante Chacón hizo la salvedad de que tomará por lo menos entre tres y cuatro meses reponer las ocho estructuras caídas la semana pasada, y como no hay una línea de transmisión alterna a las dos torres provisionales que levantaron durante estos cinco días, cualquier anomalía que ocurriera podría llevarlos a razonar la electricidad nuevamente.
Ayer el subcomisionado de Distribución, Comercialización y Uso Racional de la Energía Eléctrica de Corpoelec en Monagas, Alberto Infante, informó que había fallas de voltaje en 20 sectores entre Maturín y Ezequiel Zamora. En ocho se subsanó la irregularidad, pero en lugares como la Zona Industrial, la parroquia El Furrial y Punta de Mata, había bajo voltaje.
La jefa de la Zona Educativa en Monagas, Carmen Martínez, informó que a las aulas regresó el
40 % de la población estudiantil, es decir un aproximado de 86 mil escolares de un total de 216 mil estudiantes en los 954 planteles de la entidad.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de Maturín, Román Ferro, dijo durante una entrevista radial que las pérdidas económicas eran incuantificables porque era necesario realizar un censo en el sector, algo a lo que se muestran reticentes los dueños de los establecimientos.
El vocero del gremio empresarial dijo que las pérdidas más representativas las sufrieron las panaderías, carnicerías, charcuterías, heladerías y fábricas de hielo, así como los restaurantes y otros del sector servicios, ante la imposibilidad de refrigerar los alimentos a la temperatura adecuada.
Además criticó que las autoridades regionales no se reunieran o convocaran al gremio empresarial afectado por la contingencia para discutir planes de emergencia o algún tipo de compensación por las pérdidas que arrojó el apagón de cinco días.
La gobernadora Yelitza Santaella descartó en rueda de prensa la indemnización tanto a usuarios residenciales o comerciales del sistema eléctrico, al considerar que se trató de un fenómeno natural y no una negligencia de las autoridades.