Nayzai Saavedra | [email protected]
La fiebre hemorrágica venezolana o fiebre de Guanarito es una enfermedad de notificación obligatoria, por lo que no tiene mucho sentido que las autoridades en materia de salud desconozcan la irregularidad en el aumento de los casos según opinó Ángel Rafael Orihuela, exministro de Sanidad (1992-1993).
Orihuela indica que la transmisión de la enfermedad está restringida a zonas rurales, específicamente en la localidad de Guanarito, estado Portuguesa, y a los municipios aledaños del estado Barinas, en donde se habrían generado entre 12 y 14 muertes desde la tercera semana de diciembre hasta la fecha.
Sin embargo, el especialista asegura que su aspecto "localizado" no le quita urgencia al tomar el riesgo de una enfermedad de seguridad tipo 3, que tiene un porcentaje de mortalidad de entre 20% y 30%, y necesita altos mecanismos de control.
Orihuela indicó que normalmente se podía registrar un fallecido bimensual, por fiebre hemorrágica venezolana, por lo que estos números en la mortalidad hablan de un aumento considerable de los casos y, por consiguiente, lleva a pensar que hay una mayor cantidad de roedores que deben ser controlados.
"Este es el momento de cosecha, hay mucho calor por la sequía, las heces de los roedores se secan, son removidas por los trabajos, y se mezclan con el polvillo transmitiendo la enfermedad", dijo.
El equipo del Diario 2001 trató de hacer contacto con la vocería del Ministerio de Salud; sin embargo, después de tratar por los canales regulares y al cierre de esta edición, no se obtuvo respuesta alguna sobre esta situación.