En el bulevar de Sabana Grande reina la anarquía, los buhoneros se apoderaron de los espacios, lo cual generó que la basura y la inseguridad vuelvan a ser un problema cotidiano.
La multitud de personas, que llenan el bulevar día tras día, apenas puede moverse debido a los buhoneros, quienes venden ropa, juguetes y comida en áreas en las que anteriormente estaba prohibida la venta informal.
Sin embargo, desde el 3 de diciembre, una enorme feria navideña tomó gran parte del bulevar, y con ella, la proliferación de buhoneros y la afluencia de transeúntes se hizo mayor.
"Es una anarquía total, no hay respeto por las normas de seguridad, la limpieza, ni los comercios formales", expresó Juan Contorianos, representante de la Asociación de Comerciantes de Sabana Grande.
Desechos por doquier
Denunció que con el regreso de los buhoneros al popular paseo de la capital, "el hampa y la contaminación también volvieron a aparecer".
Señaló que, a pesar de la presencia de cuerpos policiales,ya sean de la Policía Nacional (PNB) o de Polichacao, tanto vendedores, como peatones, irrespetan las normas de seguridad e higiene.
"Al recoger sus puestos no limpian el área, y la basura se queda ahí", dijo Contorianos.
Los contenedores de basura de color verde que antes se encontraban en el bulevar, además de los botes que estaban distribuidos por las caminerías, ahora ya no se encuentran o están deteriorados.
"Al final los desechos son acumulados a los lados del bulevar o en los costados de las calles internas que pasan por ahí", detalló el comerciante.
Vehículos toman espacios del bulevar
Los tarantines improvisados no son los únicos obstáculos que encuentran los visitantes del bulevar, pues las esquinas y vías se han convertido en estacionamientos o paradas de mototaxistas.
Sean de vendedores, civiles o policías, los carros aparcados dificultan el transito vehicular y peatonal.
En las calles aledañas, los mototaxistas delimitan sus paradas con pintura y carteles. En ocasiones pelean con los "cuidadores", que cobran por estacionar vehículos en los espacios.
Dentro y fuera del bulevar, carros y motos suponen un peligro para las personas, pues "ni los conductores, ni los visitantes respetan los semáforos de cruce peatonal", explicó Contorianos.
El pasado 16 de diciembre se conoció el caso de una niña de seis meses que murió tras ser arrollada por un conductor en uno de los canales del bulevar.
Vigilancia ausente
La ausencia de oficiales de seguridad que insten a los ciudadanos a cumplir las normas es notoria en el bulevar.
Algunos buhoneros señalaron que "solamente pasean en moto, se acomodan en la sombra y aparecen para matraquear".
Al respecto, Contorianos acotó que los motorizados "andan como locos por el bulevar".
Sean parte de los cuerpos policiales o civiles, "no les importa manejar a altas velocidades dentro de los espacios, en los que no está permitido".
Recordó que en años anteriores "los comerciantes logramos sacar, casi por completo a buhoneros y motorizados".
Sin embargo regresaron "y andan a sus anchas pues no existe quien les ponga un alto" expresó el representante de los comerciantes locales.
Alertó que las motos dentro del bulevar representan "un peligro para los transeúntes".
El hampa también regresó a Sabana Grande este año, de la mano con el comercio informal. Según Contorianos, "es un trabajo en conjunto, porque quienes roban en el bulevar piden a los buhoneros que les resguarden el botín".
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