La generación zeta, con poco presupuesto y concienciada con el medioambiente, da un impulso a la ropa de segunda mano.
Mientras que generaciones anteriores como los 'baby boomer', prefieren prefieren un consumo más controlado y de calidad, aunque todos entienden la moda como una herramienta de identidad personal.
A través de las generaciones, la moda refleja los cambios sociales, políticos y culturales.
“Todas ellas entienden la moda como una herramienta de identidad y prefieren prendas de calidad, con largo recorrido en el armario”, explica a EFE el director de la escuela de moda IED, Federico Antelo.
Maneras de recibir información
Asegura que la generación Z ve y consume moda en directo a través de redes sociales como TikTok y tiendas online.
Mientras que, en su momento, los 'boomers' echaban mano de la paciencia para comprar, se regían por el calendario de las temporadas primavera-verano y otoño-invierno.
Por lo que la información llegaba por los escaparates de las boutiques más famosas de la época, por medios de las revistas femeninas, semanales y mensuales.
“Gran parte del público joven se viste únicamente con prendas de segunda mano, no compran nada nuevo y muchísimo menos en tiendas de moda pronta. Para ellos, lo fashion es salvar el planeta”, explica el director.
Sin embargo, hay otra gran parte del público que se lanza al consumo voraz de la moda pronta “Se trata de una de las mayores dicotomías en los hábitos de consumo”, explica la psicóloga Candela Fornieles.
La experta asegura que los zetas reclaman ropa respetuosa con el medio ambiente, pero los precios les abocan a un consumo de ropa barata.
Los algoritmos han acelerado el ciclo de las micro tendencias en los más jóvenes, lo que acentúa la brecha con los que han crecido sin la influencia y presión de las redes sociales, asegura la psicóloga.
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