2001online.com| Reuters
El propietario del Star Inn en St Just, en el suroeste de Inglaterra, ha instalado una valla eléctrica delante de la barra para mantener las medidas de distanciamiento social para prevenir la propagación del Covid-19 entre el cliente y los trabajadores.
“Si hubiera puesto un poco de cuerda sin más, no creo que nadie hubiera prestado tanta atención como a una valla eléctrica”, dice el propietario del bar, Jonny McFadden, para el medio británico.
El pasado 4 de julio se permitió la reapertura de los bares o pubs en Inglaterra pero con medidas estrictas de distanciamiento físico. Una de las medidas más importantes consiste en minimizar el contacto del personal con los clientes, y reducir el tiempo que los clientes pasan en el bar.
McFadden explicó que estas nuevas reglas suponen un gran cambio cultural para su bar, ya que lo usual era sentar a los clientes juntos alrededor de la barra pero ahora eso no es posible.
Aunque esta valla eléctrica no está encendida, funciona como señal de advertencia causando miedo entre los clientes y así se mantienen alejados de la barra. “La gente es como las ovejas. Las ovejas se mantienen alejadas, la gente se mantiene alejada”, afirmó el empresario.
2020-07-13
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