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Cómo se hicieron tan universales los sencillos símbolos de los baños

Martes, 23 de septiembre de 2014 a las 07:30 pm
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BBC

Lo último que uno quisiera es tener que enfrentarse con un baño desconcertante.

Tómese lo que le pasó al personaje del Dr. Heywood Floy en "2001: Una odisea del espacio", de Stanley Kubrick, una película magnífica y seria, que brilla de modo intermitente con humor sagaz y sorprendente, incluso acerca del modesto inodoro.

Cuando Floyd, presidente del Consejo Nacional de Astronáutica, tiene la urgencia de ir al baño durante el vuelo espacial de Pan-Am -de Estados Unidos a una enorme estación espacial orbital- encuentra un letrero de advertencia de "Inodoro de gravedad cero: Se recomienda que los pasajeros lean las instrucciones antes de usarlo".

A continuación sigue una lista de instrucciones inescrutables que abarcan unas 700 palabras, que una persona promedio tardaría cuatro minutos en leer en voz alta. En el espacio, nadie puede escuchar los gritos de frustración.

Lo gracioso es que una función humana natural y sencilla se realiza por medio de las exigencias hiperracionales de la tecnología altamente sofisticada del siglo XXI, y que a pesar de toda esta brillante tecnología, a los seres humanos se les recuerda varias veces al día su naturaleza terrenal ineludible.

También muestra que, incluso en esos tiempos de alta tecnología, algunas respuestas indudablemente de baja tecnología siguen siendo difíciles de superar. Y una de las más sencillas y elegantes de estas son las figuras masculinas y femeninas utilizadas en las señales de baños.

Sin embargo, incluso hoy en día las señales de baños públicos pueden generar una confusión frustrante en cuanto a la necesidad más urgente.

Los signos cirílicos, como los que se encuentran en los países de habla rusa y algunas naciones de los Balcanes, desconcertarán casi inevitablemente a la inmensa mayoría de viajeros del mundo, al igual que los tradicionales pictogramas chinos y japoneses.

En Polonia, mientras tanto, se pueden encontrar baños que indican "caballeros" con un triángulo y "damas" con un círculo, mientras que en Lituania se representa a los hombres mediante una pirámide invertida y a las mujeres mediante una pirámide puesta de forma correcta.

Aunque dichas señales podrían ser obvias para los rusos, chinos, japoneses, polacos y lituanos, ¿cuántos estadounidenses, indonesios, alemanes, kenianos o peruanos sabrían qué dirección tomar?

Respuesta condicionada

Las mejores señales de baños son aquellas que representan un hombre de estilo papel cortado y una mujer en la forma más básica.

Utilizadas en todo el mundo, la figura masculina es muy parecida a la clásica galleta de jengibre de los cuentos, mientras que la figura femenina es distinta solo porque lleva un vestido.

Aunque hay muchas mujeres que rara vez o nunca usan faldas, todas las mujeres y todos los hombres entienden la imagen. Estos personajes son básicamente los esbozados en un instante irreflexivo por los niños a lo largo de Asia, América y Europa.

Puede perfectamente tratarse de una respuesta condicionada por las costumbres y las imágenes exportadas desde las naciones dominantes. Pero cualquiera que sea el caso, las imágenes funcionan.

De hecho, son arquetipos, y por eso han sido de mucha utilidad en el diseño de pictogramas de baños que se entienden universalmente. No se necesitan palabras para entenderlas.

En muchos idiomas existen muchas denominaciones no solamente para baño (toilet, WC y restroom en inglés; lavabo, tocador, aseo, sanitario en español), sino también para los hombres y las mujeres.

Hasta hace poco, los baños públicos de Gran Bretaña tenían los letreros "Damas" y "Caballeros". Hoy en día, cuando se puede decir que hay pocas "damas" en el sentido antiguo y los "caballeros" tradicionales están casi extintos, estos han sido reemplazados por "Hombres" y "Mujeres", o con pictogramas.

Información elegante

El ascenso del pictograma tiene sentido. Y los de los baños públicos son uno de los ejemplos de diseño intuitivo de mayor aceptación y éxito.

Si todo el diseño de público fuera tan racional y evidente, la vida podría ser menos divertida que cuando la desafía señales que hacen reír o sonrojarse, con una mezcla de vergüenza y culpabilidad.

Numerosos occidentales han encontrado las señales públicas traducidas del chino al inglés incómodamente divertidas, y tanto fotógrafos aficionados como profesionales se han reído en grande con ellas.

Igualmente, hay algo más bien noble en la forma en que las generaciones sucesivas de diseñadores se han aplicado a la tarea de hacer señales universalmente inteligibles.

Sin embargo, dichas señales van más allá de las nociones convencionales del diseño: son parte de algo tanto más primario y científico.

Así como la ciencia o la bioquímica explican por qué estamos conectados para prestar atención a los signos rojos y detenernos en los semáforos, así respondemos manera intuitiva a las imágenes realmente básicas que indican los baños de hombres y mujeres.

A mediados de la década de 1960, British Rail creó uno de los mejores ejemplos de señales globales intuitivas.

Como parte de un programa importante de modernización, DRU (Design Research Unit) -un estudio de diseño fundado por Marcus Brumwell y Misha Black en 1943- le dio una identidad a los ferrocarriles estatales.

DRU elaboró una estética elegante y moderna que se aplicó a todas las locomotoras, trenes, estaciones, material publicado y, efectivamente, a las señales de baños.

En la década de 1970, el ejemplo británico se desarrolló de una manera más amplia en Estados Unidos. Por encargo del Departamento de Transporte, el Instituto Americano de Artes Gráficas creó un conjunto de 24 señales que identificaban ascensores, escaleras eléctricas, vestuarios para bebés y baños públicos de tal forma que siguen siendo perfectamente claras 40 años después.

Es posible que ese letrero de advertencia en la puerta del baño del spaceliner en "2001: Una odisea del espacio" se haya diseñado para divertir al público de cine, pero también demuestra hasta qué punto se ha pensado en el diseño de las señales de baños públicos: una necesidad universal ha necesitado señalización universal.

Y, no importa lo graciosas que puedan ser las señales de baño más díscolas, exóticas y categóricamente incomprensibles, es un alivio para todos saber a qué lugar ir sin tener que preguntar o incluso tener que invertir uno o dos valiosos segundos en pensar en el asunto.

2014-09-24

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