BBC MUNDO
Sin el Sol, las plantas no pueden realizar la fotosíntesis que es necesaria para la producción de oxígeno, fundamental para nuestra existencia. Sin embargo, pasarían miles de años antes de que los animales y los seres humanos consuman todo el oxígeno que existe en la atmósfera.
Lo que nos mataría sería el frío. Después de un año de la desaparición del Sol, la temperatura global bajaría a 0 grados centígrados. Al año siguiente el límite sería de -73º. Un par de décadas después, el frío condensaría la atmósfera.
La totalidad de los océanos se congelaría en cuestión de tres años, pero el hielo es un gran aislante, así que el agua de la Tierra podría permanecer allí por millones de años.
Teóricamente, el hombre podría sobrevivir indefinidamente en bases construidas bajo el mar, cerca de fuentes geotermales, dividiendo moléculas de agua para tener oxígeno y cosechando alimentos de organismos que viven en los compuestos de sulfuro que salen por las fuentes.
Domingo, 09/02/2014