BBC Mundo
Cuando Leonardo da Vinci diseccionó el corazón de un hombre de 100 años que había muerto recientemente, produjo la primera descripción que se conoce de una enfermedad de las arterias coronarias.
Más de 500 años después, esta enfermedad es una de las causas más comunes de muerte en el mundo occidental.
El pintor italiano, arquitecto e ingeniero era un individuo claramente curioso y talentoso que estaba muy adelantado a su tiempo. Pero ¿qué despertó su interés en el cuerpo humano?
"Tenía una gran mente, realmente tenía ganas de buscar y observar", explica Francis Wells, cirujano cardiotorácico del hospital Papworth en Cambridge, Inglaterra, y quien lleva años estudiando los dibujos de anatomía de Leonardo da Vinci.
Las investigaciones de Leonardo sobre la forma humana fueron un interés que duró toda suvida.
Sus diagramas y bosquejos del cráneo, el esqueleto, los músculos y los principales órganos llenaron innumerables libros de notas; mientras que sus teorías sobre cómo funcionaban llenaron otras tantas páginas más.
Pero era el corazón en lo que parece haber tenido un interés particular.
Ojo de escáner
En esos dibujos, Da Vinci utilizó sus conocimientos sobre fluidos, peso, niveles y de ingeniería para intentar entender cómo funcionaba este órgano.
También observó detenidamente las acciones de las válvulas del corazón y cómo el flujo de la sangre pasaba a través de ellas.
En el libro "El corazón de Leonardo", Wells explora los bocetos y escritos que el artista hizo del órgano y asegura que sus observaciones son "bastante sorprendentes".
"Mientras más lo estudiamos, más nos damos cuenta de lo correcto en que estaba", agrega Wells.
Muchas de las conclusiones de Leonardo, como la descripción de cómo las válvulas arteriales se abren y se cierran -permitiendo que el flujo sanguíneo pase por el corazón- siguen siendo ciertas hoy en día.
"Sólo con el uso de la tecnología de escáner es que este conocimiento ha sido revisado", explica el experto.
Da Vinci basó la mayoría de sus estudios en corazones de cerdos y bueyes. Sólo tuvo acceso a órganos humanos más tarde en su vida, cuando estaba en sus 50 años, y estas disecciones tenían que hacerse rápido, en invierno, antes de que el cuerpo empezara a degradarse.
Acertadas observaciones
Las disecciones contemporáneas del corazón muestran que en muchos aspectos de su funcionamiento, el artista del siglo XVI estaba en lo correcto.
Por ejemplo, demostró que el corazón es un músculo, que no calienta la sangre y que tiene cuatro cámaras, además de relacionar el pulso en la muñeca con la contracción del ventrículo izquierdo.
También averiguó que el flujo sanguíneo, creado en la aorta principal, ayuda a que se cierren las válvulas del corazón. Y sugirió que las arterias pueden suponer un riesgo para la salud si se tapan.
Wells considera que Leonardo se dio cuenta que la sangre estaba en un sistema de circulación y que esto pudo haber influenciado el descubrimiento de William Harvey de 1616 en el que determinó que la sangre era bombeada por el corazón hacia todo el cuerpo.
Sin embargo, ninguna de las teorías o dibujos de Leonardo fueron publicados durante su vida.
De hecho, sus notas no se descubrieron hasta el siglo XVIII, más de 250 años después de su muerte.
"Es porque no era su trabajo. Las cosas científicas eran su pasatiempo", explica Wells.
El hobby de la ciencia
Da Vinci se dedicaba a ser artista, arquitecto e ingeniero, por lo que sus descubrimientos permanecieron ocultos durante todo ese tiempo.
En retrospectiva, sus teorías pudieron haber revolucionado la cirugía. Por ejemplo, en el siglo XVI no había tratamiento para las enfermedades cardíacas, o para muchas otras afecciones, y los cirujanos tenían un estatus bajo en la sociedad.
Si alguien sobrevivía a una cirugía, era más una cuestión de suerte que de juicio.
En el último siglo la cirugía del corazón se ha transformado, pero las observaciones de Leonardo pudieron haber hecho una gran diferencia si se hubieran publicado antes.
No obstante, incluso ahora hay un consenso común en que apenas hemos rascado la superficie de lo que sabemos sobre el corazón.
Según Wells, el legado de Leonardo está en seguir sus pasos y continuar investigando y cuestionando las cosas, en vez de escuchar lo que ya está aceptado.