EFE
Un puñado de afortunados cumplieron anoche un sueño de infancia al pasar la noche en el Museo de Historia Natural de Nueva York, que celebró su primera acampada nocturna solo para adultos.
Tras años dando a niños y familias la oportunidad de dormir bajo sus techos, el museo extendió en esta ocasión la invitación a los mayores de 21 años. Los 375 dólares por persona que costaba la estancia no impidieron que las plazas se agotaran en pocas horas.
Además de la oportunidad de visitar las salas y pasillos de esta institución neoyorquina casi en solitario, la aventura nocturna ofrecía entre otras cosas exposiciones especiales dedicadas a arácnidos, tiburones y otros aterradores animales.
Pero también otros entretenimientos como música en directo, cena y, ya en la mañana, desayuno y un tiempo para las compras en la tienda del museo.
Siendo un evento reservado para adultos, tampoco faltó el alcohol, con champán durante la recepción inicial y vino y cerveza a disposición de los comensales durante la cena.
Más tarde, al llegar la noche, los huéspedes estaban invitados a desplegar sus sacos de dormir y acampar bajo el imponente esqueleto de ballena azul que preside una de las salas dedicadas a la vida marina.
El experimento fue todo un éxito, según el relato publicado hoy por The New York Times, que recogió las experiencias de varios de los participantes.
"Los adultos son niños en sus corazones", resumía al diario uno de ellos, Benny Campa, un residente de Nueva Jersey de 42 años.
2014-08-02