La Copa del Mundo de Qatar está a la vuelta de la esquina. El próximo 20 de noviembre rodará el balón y 32 selecciones buscarán la máxima gloria, el trofeo más deseado en el mundo del fútbol.
Sin embargo, que el Mundial se dispute en un país como Qatar que ha estado inmerso en tantas polémicas por la organización, por la explotación de trabajadores y por limitar los derechos de las mujeres ha desatado muchas críticas.
El respeto a los derechos de cada ser humano es esencial y más en un deporte tan global como el fútbol, que se jacta de ser un bastión de valores que unen a los pueblos y lo catapulta a ser mejores día a día.
El deporte y el fútbol como bastión de los derechos humanos
El deporte es una fuente inagotable de oportunidades y en un Mundial de fútbol se pone de manifiesto la alegría, las esperanzas, la ilusión, la algarabía; así como también la tristeza, decepción o frustración de quienes no logran llegar a la tierra prometida.
De igual manera, los fanáticos tienen el deber de mostrar su civismo y ayudar a que el desarrollo del evento sea en total paz y que no haya acontecimientos que lamentar.
Por eso, la Football Supporters Europe (FSE) y el Centro para el Deporte y los Derechos Humanos (CSHR), elaboraron una lista para crear conciencia sobre algunos de los aspectos de los derechos humanos relacionados con la asistencia a un evento deportivo internacional desde la perspectiva de los aficionados.
En ella se destaca el tipo de comportamientos que se debe tener en un evento de esta envergadura, para que "tanto los fanáticos como los organizadores estén preparados para una experiencia segura y positiva que defienda la dignidad personal. y promueve experiencias únicas en la vida que el deporte puede ofrecer".
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