Jon Jones, considerado uno de los más grandes peleadores de UFC, ha sorprendido al mundo de las artes marciales mixtas al anunciar su retiro, una decisión que llega apenas días después de enfrentar una acusación por presuntamente huir de la escena de un accidente automovilístico en Nuevo México. El repentino anuncio, confirmado por Dana White, deja a los fans y expertos boquiabiertos, cancelando el esperado combate contra Tom Aspinall.
Esta inesperada jubilación, comunicada directamente a White, significa que Tom Aspinall ascenderá automáticamente a campeón indiscutido de peso pesado. Jones, con un impresionante récord de 28 victorias en 29 combates profesionales, cierra así una carrera legendaria, dejando un vacío considerable en la división de peso pesado y en la historia de la UFC.
Los detalles de la acusación judicial revelan un incidente ocurrido a finales de febrero. Según los registros policiales, Jones fue señalado como el conductor de un vehículo involucrado en un accidente menor, del cual se habría marchado. El informe menciona la presencia de una mujer en el asiento del pasajero, quien supuestamente se encontraba en estado de embriaguez y semidesnuda.
La situación se complicó cuando la mujer identificó a Jones como el conductor a la policía, quien luego intentó contactar al luchador. Durante la llamada, un oficial afirmó que la persona al teléfono, supuestamente Jones, realizó declaraciones que sugerían una capacidad para usar "fuerza letal a través de terceros" y "alusiones a la violencia", además de parecer intoxicado.
En su propia versión a la policía, Jones afirmó que la mujer ya estaba ebria al salir de su casa y que la llamada con el oficial se tornó "no profesional" desde el inicio. Por su parte, la mujer declaró haber consumido alcohol y hongos en casa de Jones antes del accidente, sin recordar más detalles hasta encontrarse en la escena del suceso.
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