La final de la Eurocopa Femenina 2025 en el St. Jakob-Park de Basilea no solo fue un duelo épico entre España e Inglaterra, sino un escenario real de emociones contrapuestas. Con la presencia de las princesas Leonor y Sofía de España y el príncipe Guillermo de Inglaterra junto a su hija la princesa Charlotte, el palco de honor se convirtió en un microcosmos de la alegría de la victoria y el sabor amargo de la derrota.
El equipo español, buscando el histórico triplete tras su Mundial y Nations League, se adelantó con gol de Mariona Caldentey, desatando la euforia inicial. Sin embargo, la reacción de las "Lionesses" con el tanto de Alessia Russo llevó el encuentro a una intensa prórroga y, finalmente, a la dramática tanda de penaltis, donde la suerte se inclinó del lado inglés.
Desde el palco, las figuras reales vivieron el partido con máxima intensidad. Leonor y Sofía compartían cada jugada con el príncipe Guillermo y la princesa Charlotte, reflejando el nerviosismo de sus respectivas naciones. Si bien todos estaban unidos por la pasión del fútbol, el desenlace dividiría sus emociones entre la celebración y la desilusión.
Para el príncipe Guillermo, patrón de la Federación Inglesa de Fútbol, la victoria de Inglaterra en los penaltis significó una redención especial. Tras la reciente derrota de la selección masculina, el ver a su equipo femenino proclamarse bicampeón de Europa fue una noche histórica. Con emoción contenida, Guillermo entregó el trofeo a la capitana inglesa, Leah Williamson, sellando un momento de orgullo nacional.
Mientras tanto, en el lado español, la derrota en penaltis fue un golpe cruel para las jugadoras de Montse Tomé, con fallos de Aitana Bonmatí y Salma Paralluelo. La princesa Leonor y la infanta Sofía, en un gesto de gran cercanía, bajaron al vestuario para consolar personalmente a las futbolistas. Su abrazo y apoyo en la derrota reflejaron la solidaridad de la monarquía española.
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