El Gobierno de Serbia está bajo fuerte presión, después de reconocer que el primer ministro del país, el socialista Ivica Dacic, se reunió en el pasado con supuestos mafiosos relacionados con el narcotráfico.
Estas revelaciones llegan a diario a la opinión pública a través de la prensa, acompañadas de conjeturas sobre la posible celebración de elecciones anticipadas y de luchas internas de poder en la coalición gobernante.
En el centro del escándalo se encuentra el prófugo mafioso Darko Saric, buscado por la justicia serbia desde hace años por tráfico de drogas a gran escala desde Sudamérica.
Tras desmentir todas las informaciones al respecto durante días, Dacic tuvo que reconocer el pasado sábado que en 2008 y 2009, cuando era ministro del Interior del anterior Gobierno, se reunió con Rodoljub Radulovic, un hombre cercano a Saric.
Los dos supuestos mafiosos están acusados de lavar cientos de millones de euros procedentes del narcotráfico mediante inversiones en empresas, inmuebles y terrenos agrícolas en Serbia.
En su defensa, el primer ministro asegura que entonces no sabía que Radulovic era un mafioso y acusa a la policía de no haberle informado bien sobre las personas con las que mantenía contactos.
"Todo lo que ha pasado últimamente ha sido el intento de desacreditar al Gobierno, de dañar su credibilidad, pero no han tenido éxito", aseguró Dacic el sábado.
El primer ministro insistió en que no hay razón para celebrar elecciones anticipadas, ya que su Ejecutivo es estable y sigue avanzando y decidido en cumplir los requisitos para acercarse a la Unión Europea, lo que incluye mejorar las relaciones con Kosovo.
Pero la prensa serbia ha intensificado desde entonces sus ataques y acusaciones contra el jefe del Gobierno, afirmando que documentos de la policía serbia "echan por tierra" su versión sobre Radulovic, conocido también como "Misa America" o "Misa Banana".
El tabloide "Informer" publica hoy las grabaciones de supuestas conversaciones telefónicas entre los dos hombres, en las que el mafioso pedía al ministro informaciones sobre el desarrollo de la investigación contra el clan.
Dacic, quien trabajó durante un tiempo como portavoz del expresidente autoritario Slobodan Milosevic, aseguraba al mafioso, de acuerdo a estas transcripciones, que todo iba "por su camino" y que no había motivo de preocupación.
También dos cercanos colaboradores del ahora primer ministro se habrían reunido varias veces con Radulovic y otros miembros del clan, lo que incrementa las sospechas de que les revelaban datos confidenciales de las investigaciones en su contra.
Ante la gravedad de las acusaciones, varios diarios serbios indican hoy que la celebración de elecciones anticipadas sería una salida a esta crisis de Gobierno.
El periódico "Danas" cita hoy a varios miembros del Partido Progresista Serbio (SNS), socio mayoritario de la coalición, diciendo que pensaban que Dacic, líder del minoritario Partido Socialista SPS, iba a dimitir durante el fin de semana.
No obstante, por ahora las formaciones políticas gobernantes rechazan oficialmente la posibilidad de convocar elecciones, alegando que deben seguir su trabajo a favor de la ciudadanía.
El vicejefe de Gobierno y presidente del SNS, Aleksandar Vucic, descartó hoy en Belgrado el adelanto de los comicios, aunque reconoció que éstos beneficiarían a su partido.
Agregó que las lucha contra la corrupción y el crimen seguirá estando en el foco de las instituciones serbias.
"El SNS no renunciará al principio de que no habrá protegidos, indistintamente del cargo y el nombre y apellido", aseguró Vucic, quien es actualmente el político más popular de Serbia por su feroz lucha contra la corrupción.
Algunos medios hablan de la rivalidad entre Dacic y Vucic, enfrentados por el control de la policía, que no acaba de tener un nuevo director, aunque el mandato del actual ha expirado en 2011.
Dacic rechaza en público que el SNS esté detrás de los ataques en su contra, aunque el respetado semanario "Vreme" considera hoy que es "sólo cuestión de días" que el idilio político entre los dos partidos termine y se abra la lucha por ocupar una mejor posición de cara a unas elecciones adelantadas. EFE