Varios diputados chinos de la Asamblea Nacional Popular (ANP) que asistieron hoy al discurso de despedida del primer ministro, Wen Jiabao, en la apertura del plenario que elegirá nuevos jefes de Gobierno, se quedaron dormidos durante la alocución, como mostraron algunas imágenes publicadas por la prensa.
Las imágenes de nueve de estos diputados (de un total de 2.987), mientras sestean o bostezan, se han publicado en diarios como el "South China Morning Post" y también han llegado a las redes sociales chinas, donde algunos han criticado a los delegados por su falta de interés en un encuentro tan importante para la política china.
"Con tantos delegados durmiendo en las reuniones, ¿cómo se va a decidir el futuro de China?", señalaron los internautas chinos en las redes sociales, mientras otros ironizaban con el hecho de que "no todo el mundo puede darse el lujo de dormir en el Gran Palacio del Pueblo", sede de las reuniones de la ANP.
En favor de los somnolientos políticos podría decirse que el discurso de Wen, de 34 páginas, estuvo cargado de mucha retórica, con muchas llamadas a aguantar "las embestidas de la crisis económica mundial", mantener el pensamiento socialista y otras frases a veces repetidas hasta la saciedad.
La foto siembra dudas entre los chinos sobre el verdadero cometido de los asistentes estos días a las reuniones de la ANP y de la Conferencia Consultiva Política, definidas como "los dos encuentros políticos más importantes del año" pero en los que muchos representantes parecen asistir sólo como "turistas".
Estas dudas se han extendido a raíz de que una delegada de 83 años (la más veterana de la ANP, y miembro de ella desde la fundación de esta institución en 1954) admitiera en una reciente entrevista que nunca había votado en contra de nada en estas reuniones anuales.
Otro delegado fue sorprendido en una foto buscando en un equivalente chino a Google información sobre lo que un asistente a estas reuniones tenía que hacer, mostrando escaso conocimiento en labores políticas, y un tercero, finalmente, admitió ante periodistas chinos que no sabía exactamente cuál era su función. EFE