Un bebé cayó desde el séptimo piso de un edificio, ubicado en la ciudad de Barranquilla, en Colombia, y milagrosamente salió ileso del accidente.
El doctor que atendió al pequeño sostuvo que para la magnitud del hecho, “no es nada lo que tiene el niño”, reseñó Radio Caracol Noticias.
La madre del pequeño Elián, Naily Hernández, contó que las rejas del balcón se aflojaron y el pequeño, que estaba apoyado de ellas cayó al vacío.
La mujer aseguró que pensó en lo peor. Sin embargo, el bebé resultó sin heridas de gravedad.
“Estamos conmocionados por lo ocurrido, pensé en lo peor cuando el niño cayó. En medio de la desesperación solo preguntaba si estaba vivo, sentía que me moría, todo fue tan rápido, en un abrir y cerrar de ojos”, expresó la madre.
Cuando el menor golpeó el suelo, el intendente de la Policía de Barranquilla, Fredy Alexander García, quien vive en el primer piso, lo auxilió y lo llevó rápidamente a la Clínica Reina Catalina.
“Me encontraba almorzando a las 12:40 pm con mi esposa. Sentimos un golpe y el ruido de unas varillas caer” relató el oficial.
“De inmediato me asomé al balcón y observé las rejas, y cuando giro la cabeza noto que hay un niño inconsciente”, explicó.
“De un momento a otro sentí el llanto del bebé y fue uno de los mejores sonidos que he escuchado, en seguida pensé en mis hijos”, agregó.
El intendente de la Policía y un jardinero del lugar se percataron de la situación y trasladaron al bebé hasta una clínica, donde lo revisó el médico Jairo Quiroz.
Un milagro
El médico aseveró que “el niño está consciente, responde a los estímulos; presenta un hematoma en el cuero cabelludo y laceraciones en miembro superior e inferior”.
El doctor afirmó que el pequeño permanecerá en el nosocomio donde le realizarán estudios.
“Es un verdadero milagro que el niño resultara ileso de una caída como esa, no nos explicamos cómo pasó, pero, por fortuna, el niño se encuentra bien, se comporta como si nada le hubiera ocurrido”, indicó.
La madre señaló que cuando pudo ver a su hijo en el centro de salud, se alegró al ver que el menor la reconocía y se comportaba con normalidad.
“Solo tiene un chichón en su cabeza, es un milagro de Dios”, clamó.
Desde hace cuatro años, Hernández vive en la ciudad de Barranquilla, al norte de Colombia, con el bebé y su primer hijo de siete años.
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