2001.com.ve| AFP
El penal de Topo Chico, ubicado en el norteño estado mexicano de Nuevo León y uno de los más peligrosos del país, cerró sus puertas el pasado lunes luego de 76 años de operación para convertirse en un parque público.
"El penal está ya en el centro de la ciudad (Monterrey), causa miedo, intranquilidad, muchas veces terror", dijo en un evento el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón.
Originalmente creada para albergar a 3.600 personas y sobrepasado con un total de 5.000, la cárcel de Topo Chico fue escenario de varios motines.El más devastador de ellos ocurrió la madrugada del 11 de febrero de 2016, cuando 49 reos murieron por un enfrentamiento entre dos grupos criminales.
El último motín registrado fue en marzo pasado, que cobró la vida de un hombre que sufrió un infarto.
El gobierno local anunció en diciembre de 2018 que los reos de Topo Chico serían trasladados a otras cárceles cercanas en donde se construyeron 350 celdas adicionales para albergarlos.
Las autoridades decidieron cerrar la cárcel al considerar que "ya había cumplido su función" y por sus malas condiciones estructurales.
El pasado lunes, el gobernador dijo que el edificio será demolido y en las diez hectáreas de terreno se construirá un parque público.
Al igual que Topo Chico, en otras cárceles mexicanas son comunes los motines, asesinatos y fugas que obedecen en parte al hacinamiento y a la presencia del crimen organizado.
2019-10-01
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