AP
Simpatizantes del candidato opositor Salvador Nasralla mantenían bloqueadas el lunes calles y carreteras en diferentes puntos de Honduras en rechazo a la declaración del presidente Juan Orlando Hernández vencedor de unos controvertidos comicios generales.
“Casi todo está cerrado", dijo el reportero de Radio América, Ronny Ortiz, al describir la situación en San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante de Honduras y ubicada al norte del país. "Existe mucha tensión en las calles".
Los manifestantes ocuparon vías estratégicas del territorio nacional con piedras y neumáticos incendiados para impedir el paso de vehículos, mientras miles de personas intentaban llegar a pie a sus centros de trabajo. Muchas universidades, escuelas y bancos estaban cerrados.
Soldados y policías fueron vistos quitando obstáculos en las vías, que casi de inmediato los partidarios de Nasralla colocaban de nuevo.
Según el recuento oficial del Tribunal Supremo Electoral el presidente fue reelegido con 42,95% de los votos en las elecciones del 26 de noviembre frente al 41,42% de Nasralla, quien antes del anuncio del domingo cuestionó el resultado y dijo que no lo reconocería.
"Es mejor estar encerrados en nuestras casas", afirmó a The Associated Press María Velásquez, una maestra que reside en Valle de Ángeles, una ciudad cercana a Tegucigalpa.
"Tratamos de que todo vuelva a la normalidad", afirmó a AP el vocero policial, subcomisionado Jairo Meza. "Coordinamos acciones a lo largo y ancho en el país con el apoyo de las fuerzas armadas". Por ahora no hay reportes de detenidos. Meza informó que turbas enardecidas saquearon negocios en San Pedro Sula.
El paro nacional fue convocado por el depuesto expresidente Manuel Zelaya (2006-2009) para presionar a Hernández a que busque una salida política a la crisis. Zelaya es coordinador de la Alianza de Oposición contra la Dictadura que respalda llevó a Nasralla como candidato.
Zelaya hizo un llamamiento a defender el triunfo que se atribuye Nasralla porque, aseguró, él es el "nuevo presidente de Honduras".
En rueda de prensa Zelaya indicó que si es necesario dar su vida en la defensa de la democracia y el triunfo de Nasralla está dispuesto a hacerlo.
La Organización de Estados Americanos (OEA), que envió observadores electorales al país, calificó a los comicios de "baja calidad" y anunció que no "puede garantizar que las dudas sobre el proceso se hayan despejado".
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, dijo en un comunicado sobre la medianoche del domingo que era imposible determinar un ganador claro con suficiente certeza por irregularidades como "intromisiones humanas deliberadas en el sistema informático, eliminación intencional de rastros digitales" y apertura de urnas combinado con una ajustada diferencia de votos.
Advirtió que "el único camino posible para que el vencedor sea el pueblo de Honduras es un nuevo llamado a elecciones generales, dentro del marco del más estricto respeto al Estado de Derecho, con las garantías de un Tribunal Supremo Electoral que goce de la capacidad técnica y la confianza de la ciudadanía y los partidos políticos".
Hernández, un empresario de 49 años y exlegislador, asumió la presidencia en enero de 2014 y logró apoyo mientras se reportaba una baja en la violencia en la nación centroamericana. Pese a que la constitución de 1982 prohíbe la reelección, logró postularse gracias a un fallo de la Corte Suprema de Justicia de mayo de 2015 que los opositores consideran ilegal.
Al menos 16 personas han muertos en todo el país en los disturbios registrados desde los comicios.
2017-12-18